Meliá Hotels International ingresó el pasado año en Cuba 435 millones de dólares, la mayor cifra de facturación conseguida por la cadena hotelera española en un solo ejercicio en el país. El pasado año los 29 hoteles de Meliá en Cuba, 12.552 habitaciones, registraron 5,7 millones de estancias, con un promedio medio de ocupación superior al 70% (Gracias al Caribe logró Meliá disparar un 29% su Ebitda de 2015).
La compañía explica en su informe de gestión consolidado de 2015, publicado esta semana en al Comisión Nacional del Mercado de Valores española, que el récord de ingresos conseguido en Cuba fue gracias «a la mejor relación con Estados Unidos», lo que permitió que los hoteles urbanos del grupo en La Habana llegaran a alcanzar un promedio de ocupación del 89%.
La compañía española que plantó cara en los años noventa a la ley estadounidense Helms-Burton, que sanciona la inversión de empresas extranjeras en Cuba, el grupo Meliá, ha sacado así provecho a su afrenta al Tío Sam 25 años después de su desembarco en Varadero, reveló vozpopuli (Cuba ya vive un ‘boom’ antes del fin del embargo y catapulta a Meliá).
El deshielo de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, auspiciado por Barack Obama y Raúl Castro, ha alentado las previsiones de ingresos de las compañías españolas presentes en el país caribeño, pero también los recelos ante la dura competencia que se supone plantearán a partir de ahora las empresas estadounidenses. Para Meliá, el aparente fin del bloqueo es una oportunidad de aumentar aun más sus ingresos en Cuba, a pesar del previsto desembarco de cadenas estadounidenses como Marriot, Hilton, o Wyndham.
«En un escenario progresivo de reconstrucción de relaciones entre Cuba y Estados Unidos», señala Meliá en su último informe financiero, «podemos prever un importante crecimiento del negocio turístico en el 2016, del que la reanudación de los vuelos regulares directos a partir del segundo semestre es tal vez el elemento más emblemático». La compañía dirigida por Gabriel Escarrer «espera dar un nuevo salto en ingresos, alcanzando cifras superiores a los 480 millones de dólares».
En la actualidad Meliá es la primera cadena hotelera española en Cuba. El grupo con sede en Palma de Mallorca ha mantenido su apuesta por el país a pesar de las amenazas del Gobierno estadounidense hacia las empresas extranjeras. El presidente de Estados Unidos Bill Clinton firmó en marzo de 1996 la conocida como Ley Helms-Burton (Ley de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática), que estableció que cualquier compañía no estadounidense que hiciera negocios con Cuba podría ser sancionada y que sus propietarios verían prohibida su entrada a Estados Unidos.
El grupo Meliá, entonces Sol Meliá, abrió su primer hotel en la isla en 1990, en Varadero. La amenaza estadounidense no achantó al grupo español. «Si nos prohíben ir a Estados Unidos, no iremos; tampoco pasa nada. Seguiremos apostando por Cuba», declaró en 1996 el director de Meliá en Cuba, Gabriel Canavés.
Meliá prevé incrementar su presencia en Cuba en los próximos años, destacando la apertura del Meliá Internacional de Varadero (1174 habitaciones, en 2018), y la construcción del Meliá Trinidad (400 habitaciones en 2018). El grupo además estudia la entrada de nuevas marcas en el país, como Innside y Me «en dos nuevos proyectos en el casco histórico de La Habana». La compañía prepara la reconversión del Tryp Habana Libre a la marca Meliá entre los años 2017 y 2018.