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A la quiebra de cuatro filiales de Norwegian, de Virgin Australia, la segunda compañía del país oceánico, de la aerolínea estatal sudafricana, South African Airways (SAA), y de LGW, la aerolínea regional alemana que operaba para Eurowings, la filial de Lufthansa, se suma el riesgo de quedarse en tierra para siempre de muchas compañías europeas si persisten las restricciones a la movilidad por el coronavirus.
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) ha estimado que las aerolíneas europeas perderán ingresos por valor de unos 82.000 millones de euros como consecuencia de las medidas adoptadas para frenar la crisis derivada de la pandemia. Ante esta situación, los gobiernos de países como Alemania, Francia y Holanda ya han adoptado medidas y se han reunido con sus principales aerolíneas para afrontar la situación, algo que no ha sucedido en España.
La noche de este viernes, el grupo Air France-KLM obtuvo una ayuda de 7.000 millones de euros del Gobierno francés–a los que habrá que sumar en unos días una cantidad un poco inferior aportada por Holanda– para afrontar la crisis derivada del coronavirus. Por su parte, el gobierno noruego aprobó de urgencia una ley para permitir a las aerolíneas en banca rota seguir volando, lo que es un respiro para Norwegian que si no logra reestructurar su deuda y al mismo tiempo conseguir la ayuda del estado noruego, podrá seguir operando, como publicó preferente.com (Norwegian: una ley urgente la salva del cierre definitivo).
Otras grandes aerolíneas europeas como Lufthansa o Virgin también están buscando apoyo de sus respectivos Gobiernos; TAP Air apunta a ser nacionalizada, como es el caso de Alitalia, y Easyjet está captando liquidez extra en un contexto en que gasta 40 millones de libras semanales incluso con los aviones estacionados.
En lo que respecta a Latinoamérica, las grandes compañías han pedido a gritos ayuda de sus respectivos gobiernos, pues sus fondos no les permitirán sobrevivir más allá de cuatro meses. Latam ha admitido que las empresas del grupo deberán redimensionar sus respectivos tamaños y la forma de operar, mientras que los auditores de Avianca ponen en duda su continuidad y Aeroméxico negocia con el gobierno obtener mayor liquidez para continuar operando tras la pandemia, como ha venido informando REPORTUR.com (Aeroméxico negocia con el Gobierno obtener liquidez), (Avianca pone en duda su continuidad por el Covid-19)
Lo que nos faltaba… y como siempre IATA se lavará las manos y los reembolsos de billetes emitidos se quedarán sin poder cobrar. Para cuando la igualdad de trato con las Agencias BSP? A nosotros nos obligan a mantener un aval, por otro lado, las Comunidades Autónomas nos obligan a tener otro aval y un seguro de caución. Que vergüenza!
Eso es porque no eres poderoso porque el sector nunca ha actuado unido, pero ni para esto, ni para cuando empezaron los proveedores de servicios (empezando por las Cías Aéreas) a negarle sus ingresos. Si se les hubiera parado ventas sólo durante una semana, ahora sería bien distinto. Y si se hubiera igualmente actuado al unisono con las autoridades, hoy habría solución a lo que denuncias.
LA IATA SE PASA DE LISTA, DEBE APOYAR A SUS AFILIADOS CON DINERO, NO CON CONSEJOS.
EN ESTA SITUACIÓN HA DEMOSTRADO SU INUTILIDAD.
Silvia… Las Líneas Aéreas, no IATA, no tienen dinero para sí, por lo que difícilmente lo tendrán para sus «agentes» y digo «sus» porque con los Consolidadores ya son muy pocos los que trabajan con BSP. Y, según entiendo las Líneas Aéreas tampoco están ayudando financieramente a los Consolidadores. Me parece que es tiempo de que el negocio de la venta de billetes aéreos a tarifa neta o comisión se replantee.