Alarma por proyecto de aeropuerto a 30 kilómetros del Machu Picchu

Las autoridades peruanas han decidido construir un aeropuerto a menos de 30 kilómetros del Machu Picchu, en Chinchero, para facilitar el flujo de turismo a la zona, lo que ha provocado que centenares de científicos, arqueólogos e historiadores hayan mostrado su alarma, al entender que esta instalación generará un daño irreparable en una zona llena de historia.

Chinchero está a menos de 30 kilómetros de Cusco, en el Valle Sagrado de los Incas, una zona con peso histórico para Machu Picchu, ya que esta localidad fue un punto importante para los incas, donde diseñaron líneas rituales en lo que consideraban un paisaje mágico, formado por una altiplanicie coronada por el Nevado Verónica, de 5.682 metros de altura en los Andes peruanos.

La intención es construir un aeropuerto de unos 40.000 metros cuadrados de extensión, que cuenten con varias pistas de aterrizaje y 11 puertas de embarque que pueda estar en funcionamiento para el año 2023, una fecha para la que las autoridades peruanas esperan que sea capaz de asumir más de 6 millones de turistas al año, según elconfidencial.

El ejecutivo peruano ve fundamental esta construcción para potenciar el turismo, una de las grandes fuentes de ingresos de Perú. «Vamos a generar beneficios para esta región y Perú, pero también para el área de influencia directa, específicamente del distrito de Chinchero», aseguraba el presidente peruano Martín Vizcarra hace unos meses.

Sin embargo, cerca de 200 expertos se mostraron en contra de este proyecto, ante el daño irreparable para la región, y a través de una carta enviada al presidente, le piden que detenga la obra, ya que «un aeropuerto en Chinchero tendrá inevitablemente efectos nefastos sobre todo el entorno por el ruido, el aumento del tráfico y la urbanización informal y descontrolada».

Chinchero fue un núcleo urbano fundamental para los incas, donde estuvo el palacio residencial de Túpac Yupanqui, pero los daños medioambientales pueden incluso ir más allá, pues algunos expertos aseguran que la construcción de un aeropuerto de tales dimensiones provocará que Cusco sufra un importante desabastecimiento de agua potable en cuestión de años.

Con la construcción de este nuevo aeropuerto en Chinchero, se busca potenciar el turismo, pese a que las visitas se han restringido para preservar la zona ante la avalancha de personas, limitando a que 5.600 personas la puedan visitar al día, por lo que muchos expertos no entienden este aeropuerto (Machu Picchu también decide limitar el acceso a los turistas).

El pasado 1 de enero, como reveló REPORTUR.co, entró en vigor un nuevo reglamente para la Conservación del Machu Picchu, que incluía cambios sustanciales en los horarios de ingreso a la ciudadela inca, pues nuevo sistema requerirá que los viajeros opten por una hora específica (cada hora, de 6.00 de la mañana a 2 de la tarde), en entradas que expiran cuando pasa una hora, dado que quien lo haya comprado para las diez, por ejemplo, deberá entrar al sitio antes de las once.

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Según explicaron desde la Dirección de Cultura del Cusco, estas modificaciones tienen la finalidad de reducir los tiempos de espera y el agobio de las multitudes. El jefe del Parque Arqueológico, Fernando Astete, explicó a los medios de comunicación peruanos que los nuevos horarios permitirán ordenar el ingreso de turistas y conservar la monumentalidad de la maravilla mundial.

Este es el último de los cambios que el gobierno peruano ha estado implementando lentamente para frenar el aumento descontrolado del turismo. Desde julio de 2017, los visitantes ya tenían que ingresar a Machu Picchu con una guía oficial, reveló Abc, y se une a otras famosas ruinas latinas precolombinas como las de Chichen Itzá en buscar limitar el acceso a turistas.

Los tiempos máximos de permanencia en el Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu se limitaron ya entonces a cuatro horas o menos, aunque había un pequeño truco: se podía estar todo el día comprando entradas para los dos turnos habilitados, mañana y tarde.

Ahora llega esta programación por horas, lo que dificulta aún más el margen de maniobra de los turistas. «Es fundamental. Debemos buscar el orden. Así mejoraremos la experiencia del turista y conservaremos nuestro principal monumento histórico», ha dicho Rogers Valencia, ministro de Comercio Exterior y Turismo.

Con una extensión de 37.302 hectáreas, es una de las áreas con mayor biodiversidad del Perú y alberga más de 60 monumentos arqueológicos articulados mediante una compleja red de caminos incas (Las ideas de los touroperadores para sortear la masificación).

Asimismo, también las autoridades de la Isla de Pascua promulgaron una ley para evitar la sobrepoblación, ya que con poco más de 7.500 residentes, el archipiélago, ubicado a 4 mil kilómetros al oeste de Santiago de Chile, recibe 130 mil turistas al año, y se convirtió en la tercera gran ruina latina tras Machu Picchu y Chichen Itzá en limitar la entrada de turistas (Isla de Pascua, la tercera ruina latina contra el turismo masivo).