Los gigantes tecnológicos metidas en el negocio turístico se acercan cada vez más a una posición demasiado dominante, a pocos escalones del monopolio, y el problema es que este trayecto no solo lo han logrado con talento e innovación, sino también gracias a unas reglas distintas al resto, o directamente sin ellas, como recoge esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Desde el escándalo de Facebook, el mundo ha puesto la lupa en estos gigantes tecnológicos por varios motivos. El propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apuntó directamente contra Amazon. Entretanto, las páginas de los medios más reputados han dedicado multitud de líneas a lo que se ha llamado un nuevo capitalismo digital que apenas opera bajo normas comunes.
Nick Srnicek, profesor de Economía Digital en el King’s College y autor de ‘Platform Capitalism’, fue el último en recoger esta tendencia en un libro donde explora la actual transformación acelerada del capitalismo que encarna el auge de portales como Airbnb, que se basan en su tendencia al monopolio, el pago mínimo de impuestos, el aprovechamiento de los vacíos legales, y el desarrollo del producto propio como salvación.
“Las plataformas tienen un apetito insaciable y una tendencia al monopolio en su propio ADN”, reconoce Srnicek a El Mundo, como ejemplo no solo de Airbnb, sino también de otras plataformas como Uber o Google. “Hasta la fecha se han aprovechado del vacío legal: las leyes antitrust con las que estábamos funcionando tienen más de medio siglo. Necesitamos sin duda nuevas políticas públicas para evitar la concentración excesiva de poder y para proteger los derechos de los trabajadores”, señala el autor del citado libro.
MONOPOLIO. En segundo lugar, junto al atributo de la tendencia al monopolio, Srnicek apunta que “yo diría que las plataformas sin activos, como Uber y Airbnb, son insostenibles. De alguna manera, han replicado el modelo de las puntocom: crecimiento antes que beneficios… En el último trimestre del 2017, Uber tuvo unas pérdidas de 1.200 millones de euros. Su verdadera ambición es funcionar en el futuro con su propia flota de coches autónomos. Airbnb se está moviendo también en la misma dirección y planea la construcción de sus propios pisos de alquiler temporal”.
Srnicek vaticina así a El Mundo que las plataformas virtuales o lean platforms al estilo Uber o Airbnb no pueden seguir funcionando mucho más tiempo con el actual modelo, En contraste, las auténticas pioneras de la economía de plataforma -Google y Facebook- han consolidado su implantación masiva adquiriendo nuevas compañías y construyendo “infraestructuras”, manteniendo al mismo tiempo la esencia de su negocio: la “extracción” de datos y los anuncios “a la medida” de sus usuarios.
Respecto al tercer atributo del capitalismo que encarna Airbnb, el autor recuerda el pago mínimo de impuestos de estas plataformas, y recuerda que “el Estado o los gobiernos locales tienen el poder para controlar las plataformas: rompiendo los monopolios, implantando regulaciones, reclamando el pago de impuestos o, incluso, prohibiendo a las empresas que explotan a los trabajadores”.
Finalmente, se alude a las regulaciones, pues como es conocido Airbnb recoge se ampara en la ley urbanística en lugar de la turística pese a ser este su uso, y pide implantar normas, aunque “la regulación por sí sola no es la respuesta”.
“EXTORSIÓN”. El poder de los gigantes tecnológicos lleva a que entre las agencias online ya se hable con normalidad de duopolio —Booking y Expedia—, a las que se puede incluir la china Ctrip o Airbnb y TripAdvisor, esta última que no ha tenido reparo en reconocer que se puede pagar por un mejor posicionamiento.
Stephen Kaufer, director general de Tripadvisor, admitió que el posicionamiento de un hotel estará influido también por lo que pague en publicidad y no solo por la opinión del cliente, como era lo habitual. Consultados por REPORTUR.mx, representantes de los hoteleros de Cancún calificaron de “extorsión moderna” la iniciativa del portal. “Si tu no participas, no te garantiza la publicación de mensajes positivos”, expresaron.
“Hemos enfrentado algunos retos en cuestiones mediáticas, pero sin fundamento totalmente, ahora Tripadvisor está poniendo etiquetas a algunos hoteles de la Riviera Maya, pero esto es totalmente infundado, no tiene ninguna base legal para hacerlo, es una cuestión totalmente arbitraria y sabemos que el producto es de gran calidad, los números no nos dejan mentir, el desempeño que tiene el destino y la preferencia es por la calidad del servicio que damos es muy positiva”, sostuvo en aquel momento Manuel Paredes Mendoza, miembro de la Asociación de Hoteles de Riviera Maya.
DESLEAL. También en el Caribe mexicano, el hotelero José Chapur, uno de los mayores del país, se refiere a Airbnb en casos como cuando “algunas veces se trata de condominos, otras veces viviendas, donde nadie sabe de los vecinos quien está ocupando la casa de al lado. Eso provoca inseguridad entre los vecinos y condóminos que muchas veces tienen casetas de seguridad y buscan control”.
“Sin embargo, cuando se renta por días un departamento, se cae en el riesgo de no saber quienes son los inquilinos. Independientemente de que paguen un tres por ciento de impuestos por parte de la empresa Airbnb, el propietario no está cumpliendo con su declaración de impuestos sobre la renta ni con el pago de IVA o de Protección Civil”, agregó.
El dueño del grupo Palace señaló que es difícil que en estos casos los dueños de los inmuebles tengan camaristas con prestaciones de salario y Seguro Social, con lo cual se genera evasión y se afecta la imagen del destino. Es cosa de regularizar esa plataforma, aseguró, pues lo importante es que haya oferta turística para todos los bolsillos y presupuestos.
FISCALIDAD. Otra ventaja que tienen estas empresas tecnológicas, con plantillas de trabajadores menores que sus competidores, es su tendencia a radicarse en paraísos fiscales, siendo el último claro ejemplo la española Logitravel, que ha reconocido que ha impulsado su presencia en Uruguay y Dubai.
Los otros gigantes norteamericanos también tienen el grueso de su pago de impuestos en países o regiones de baja tributación como Holanda o Delaware (Estados Unidos), lo que en un negocio de bajos márgenes se convierte en una valor diferencial de gran importancia.
Así, la revolución tecnológica ha permitido al turismo un ‘boom’ sin precedentes, pero también es verdad que a costa de unas reglas que no han sido las mismas, tanto en posibles ventajas fiscales, e incluso despreciando a la verdad como valor supremo en el caso de Tripadvisor.
OFENSIVA. Ante estos privilegios, los gigantes tradicionales han decidido reaccionar tras haberse dormido en los laureles, y gigantes como El Corte Inglés han empezado una campaña para darle visibilidad a las diferentes aportaciones sociales de ambos modelos.
En la hotelería, desde algo más tiempo se ha puesto el grito en el cielo de todos los incumplimientos legales que ha traído el ‘boom’ de Airbnb, gracias a la cual unos pocos se han beneficiado a costa de generar un enorme malestar ciudadano por la saturación en las ciudades y el enorme encarecimiento de las viviendas.
En la intermediación, las voces apenas se han hecho escuchar en cuanto a que los gigantes online tienen una ventaja competitiva muy grande gracias a tributar en paraísos fiscales, con un silencio incluido de las principales patronales ante tal perjuicio para sus asociados.
Así, la revolución tecnológica ha permitido al turismo un ‘boom’ sin precedentes, pero también es verdad que a costa de unas reglas que no han sido las mismas, tanto en posibles ventajas fiscales, e incluso despreciando a la verdad como valor supremo en el caso de Tripadvisor.