La noticia de la sucesión de Globalia ha sido una sorpresa para más de uno, pues Pepe Hidalgo ha nombrado consejero delegado de Globalia (Air Europa, Halcón Viajes, Travelplan, Be Live, Welcome y Groundforce) a su hijo Javier cuando todo hacía pensar que la sucesora para llevar el día a día del grupo sería María José Hidalgo, actualmente directora general de Air Europa, la joya de la corona del conglomerado turístico.
Fue el mismo patriarca familiar el que alimentó esta posibilidad cuando, en noviembre de 2014, aseguró que “dejaré todo a mis hijos y María José es la que está cogiendo más el mando”, y según recuerda Hispanidad, Javier ni lo nombró, mientras ahora, María José tendrá que dar cuentas a su hermano Javier por la gestión en Air Europa, pero ella le podrá pedir responsabilidades, como propietaria, por la gestión de todo el grupo.
También la elección ha sorprendido porque Javier es el único de los tres hijos que no tiene participación en el grupo, pues endió su 5% en 2013 a Abel Matutes para emprender sus propios negocios, el más exitoso, la teleco PepePhone que acaba de vender a Másmóvil por 158 millones de euros.
El hecho de que no sea propietario tiene su importancia ya que se trata de un grupo esencialmente familiar, controlado por el padre con un 51,58%, y participado por su hermano Juan Antonio (9,10%), sus hijas María José y Cristina (5,14% cada una) y su esposa Eloína Gutiérrez (5%). En total, la familia posee el 75,96% del capital. El resto se lo reparten el Popular (9,9%), Unicaja (7%), Abel Matutes (5,14%) y la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno (2%).
En cualquier caso, Javier ya ha comenzado a elaborar su propio equipo y a finales de octubre, su socio en PepePhone, Pedro Serrahima asumirá el cargo de director general del grupo, cargo que antes ostentaba Javier (El dueño de Air Europa elige líder del grupo a su hijo Javier Hidalgo).
Ninguno de los tres hijos está preparado para dirigir algo más que un negociete respaldado por el dinero del patriarca. Ni preparado ni con experiencia.