Deja un comentario Copa sigue con sus precios abusivos a los pasajeros, fruto del monopolio que ejerce en muchas rutas latinoamericanas y más concretamente en la zona del Caribe. La aerolínea panameña hace oídos sordos ante las quejas de los pasajeros y, lamentablemente, por la pasividad de las autoridades.
No hay compañía que cobre tanto como Copa en toda Latinoamérica. Las pruebas sobre su carestía son contundentes. Basta entrar en su página web para corroborarlo. Por ejemplo, un vuelo ida y vuelta de Cancún a Panamá cuesta la friolera de 1,000 dólares en clase turista.
Esta aerolínea no ofrece por estos precios elevados el servicio de Emirates, Thai, Etihad o Qatar, compañías donde la relación precio-calidad alcanza su punto máximo, sino que deja mucho que desear. La comida de la clase business no está acorde ni por asomo con la cantidad desembolsada.
Copa es una compañía muy puntual, una de las primeras del mundo. Pero también su clase business es la más cara del planeta, mucho más cara que las mejores aerolíneas si se le compara en distancia recorrida y servicio a bordo. Un Punta Cana – Cancún- Punta Cana ha llegado a costar más de 2,000 dólares.
Las pruebas que demuestran claramente el abuso de precios de la aerolínea basada en Panamá son incontestables. Algunas de ellas han sido enviadas por lectores que no ocultan su tremendo malestar. Se trata de pasajeros tanto de la clase turista como de la business.
Para Copa, los pasajeros business que viajan de La Habana a Panamá no tienen derecho a usar la sala vip del aeropuerto José Martí. Sin embargo, los del aeropuerto de la misma clase que vuelan desde Santo Domingo sí disponen de sala privada en el de las Américas. Un agravio, un contrasentido.
Nadie toma cartas en el asunto para acabar con este despropósito. Las autoridades de la aviación civil de los países cuyos pasajeros se ven afectados por este abuso se vienen lavando las manos desde hace años. Ejercen de Pilatos ante el claro monopolio de la reina de Tocumen.
Un vuelo en business de cualquier compañía top europea entre los dos continentes cuesta lo mismo que, en ocasiones, un Cancun – Punta Cana. Nada que ver ni en kilómetro recorrido ni en calidad a bordo (asientos, comidas, etc). Y la culpa no es por el salario de los tripulantes, de los más bajos del mercado (Se confirma la crisis de Copa: más de 100 despidos en un solo mes).
