El presidente de Aviatur, Jean Claude Bessudo, revela en una entrevista con El Tiempo, que los dueños del grupo turístico son «mi primo Leonel, heredero del fundador, 33 por ciento; Sonia Gutt de Haime (grupo Grasco), 33 por ciento, y 33 mi esposa y yo. Todas las empresas que creamos (35) tienen los mismos socios y los mismos porcentajes».
Bessudo asegura que «nuestras utilidades entre enero y agosto crecieron 243 por ciento (frente al mismo lapso del 2014)», de las que a agencia de viajes produce el 65 por ciento de los ingresos y tiene 350 oficinas en 37 ciudades del país y en el exterior, incluida Cuba, y de las que el 15 por ciento de las ventas de la agencia se hacen por Internet, mientras el grupo emplea a 4.500 personas, de las cuales el 5 por ciento están afiliadas al sindicato del sector turístico (Sinaltratur).
Sobre el peor negocio que ha hecho Aviatur en los últimos años, Bessudo contesta sin dudar que «Gorgona», parque en el que invirtió «unos cuatro millones de dólares… Digamos que el Tayrona subvencionó la inversión de los demás».
El presidente de Aviatur, de 68 años, también apunta que «los grandes aliados de la industria turística del futuro han sido las Farc y el Eln. Gracias a ellos, no ha ido nadie a muchos sitios y no se han cometido los errores de otras partes del mundo». Además, cuenta que todas las semanas ve al Presidente de la República. Según el Gobierno, este año el turismo desplazó al carbón y ya es el segundo sector que más divisas le genera al país, superado solo por el petróleo.
En una reciente entrevista, Ingrid Calderón, vicepresidente comercial de Aviatur, había afirmado que la eliminación de la visa Schengen además de mejorar sus ventas, que han decrecido en el año, por efecto de la devaluación del peso, permitirán a las agencias crear ofertas ante el incremento de la demanda que esperan, y que de otra forma no se darían (Aviatur admite bajada de ventas este año por devaluación del peso).