Ahora sí que no hay objeción posible al hecho: los gigantes aéreos latinos, desde Avianca a Latam y Copa, están viviendo su peor crisis en varios años, debido sobre todo al dólar, pero también a la situación en Venezuela y a la ralentización de las grandes economías de la región, como desgrana ahora REPORTUR dentro de su sección Fin de semana de Análisis.
La presentación de resultados operacionales del segundo trimestre de las tres citadas aerolíneas a lo largo de agosto ha puesto en evidencia una realidad ya innegable, luego de que las tres hayan coincidido en reportar pérdidas mayores de lo esperado, lo que les ha conllevado fuertes castigos por parte de los inversores bursátiles.
Copa era la primera en informar el pasado día 12 de una caída del 20 por ciento en sus ventas del segundo trimestre, a 538,4 millones de dólares, y un retroceso en sus ganancias de un 44 por ciento a 64,1 millones de dólares, que «en gran parte es producto de un débil entorno económico en América del Sur», según un comunicado.
La aerolínea propiedad de Stanley Motta y en menor medida de la familia Heilbron recortó además su previsión de margen operativo para este año a entre un 11 y un 13 por ciento desde una proyección anterior de un 14 a un 16 por ciento, lo que hizo que sus acciones se desplomaran en un día un 13,28 por ciento a 63,5 dólares en la Bolsa de Nueva York.
Ello afectó instantáneamente también a sus principales competidores, pues ese mismo día Latam Airlines y Avianca cayeron un 3,35 por ciento y un 5,47 por ciento en las bolsas de Santiago y Colombia, respectivamente, incluso antes de anunciar sus resultados para el segundo cuarto del año.
El día 13 le tocaba a Latam Airlines presentar sus cifras, y reportó una inesperada pérdida de US$ 49,7 millones en el segundo trimestre con un desplome de 22% en sus ingresos, suponiendo la séptima caída trimestral consecutiva en sus ventas, justificadas nuevamente la debilidad de sus operaciones en Brasil, su mayor mercado.
Latam acumulaba así pérdidas de US$ 90 millones en lo que va del año, marcando no obstante una leve mejora de los US$ 100,2 millones que perdió durante el mismo periodo el año pasado, aunque Deutsche Bank opinaba que si no fuera por una ganancia no operativa de US$ 35 millones relacionada con el tipo de cambio, la pérdida hubiese sido aún mayor.
Por tanto, Latam redujo en forma dramática sus proyecciones para márgenes operacionales para este año, pues preveía terminar 2016 con márgenes de entre 6 y 8 por ciento, y ahora la proyección es que sean entre 3,5 y 5 por ciento, a lo que se suma que su posición de liquidez empeoró en US$ 200 millones, para cerrar el trimestre con US$ 1.600 millones en caja.
El mercado venía anticipando estos malos resultados, y la jornada antes de que se publicaran, las acciones ya habían cerrado con pérdidas de más de 3 por ciento hasta estar ahora en su nivel más bajo en 9 años, acumulando al cierre de esa fecha una bajada del 44 por ciento, y cerrar ese día con un 4.7 por ciento de devaluación, pues según elmostrador «en el mercado hay preocupación por el nivel de deuda y apalancamiento que tiene el grupo, lo que lo deja con poco espacio para maniobrar».
En Avianca, como reveló REPORTUR.co, la situación era similar, debido a la depreciación de las monedas y la fortaleza del dólar, y la pasada semana anunciaba que cerró el segundo trimestre del año con pérdidas por 24,8 millones de dólares, que le representaron un descenso del 215,9 por ciento con respeto al mismo período del 2014, y en el consolidado del primer semestre, acumuló una pérdida de 2,9 millones de dólares frente a una utilidad de 45,8 millones de dólares entre enero y junio del 2014.
De acuerdo con el reporte de la aerolínea, entre abril y junio pasados los ingresos operacionales registraron un descenso anual del 7,3 por ciento, al ubicarse en 1.061.3 millones de dólares, unas cifras que la misma compañía las atribuye a la caída de 11,1 por ciento en los ingresos de pasajeros, suceso imputado básicamente a la menor demanda generada por la depreciación de las monedas.
A inicios de agosto informábamos en REPORTUR.co que según la calificadora Fitch Ratings, la liquidez de Avianca se debilitó en 2014 y en los próximos 18 meses se enfrentaba al pago de una deuda por US$759 millones. Con los cerca de US$300 millones que mantiene retenidos en Venezuela, la situación de la compañía del colombo-brasileño Germán Efromovich parecería agravarse, aunque recientemente recabó más de US$340 millones vendiendo un 30% de Lifemiles.
Este medio ya reveló que la caída del petróleo hasta unos 60 dólares por barril supuso un duro golpe para las finanzas de Venezuela, y por ende, para los acreedores del país, como son las aerolíneas, en especial Avianca y Copa, con la que tiene mayores deuda. Avianca mantiene una deuda de unos 300 millones de dólares de Venezuela, la segunda compañía con más plata retenida en el país luego de Copa, al que el Cadivi debe unos 470 millones de dólares.
Stanley Motta, dueño de la aerolínea Copa y presidente de su holding, rogó a principios de agosto a Venezuela que libere los 470 millones que tiene atrapados en el país mediante su conversión en bonos que puedan pagarse con el tiempo, ya que los controles cambiarios le han impedido convertir a dólares sus ventas de boletos en en el país desde hace dos años pese las promesas del gobierno. “Trato de encontrar algo que tenga sentido para ambas partes”, dijo. “Si toman esa deuda y dicen que es lo mismo que tener bonos públicos y que así se nos pagará con el tiempo, pienso que es lo mejor para Venezuela”, agregó.
Así que al contrario de lo que pudiera parecer, la caída del petróleo no ha sido tan positiva para las aerolíneas pues también ha tenido una parte negativa, como reveló Hernán Pasman, gerente general de LAN Colombia, quien admitió hace poco que “el petróleo bajo tiene un impacto positivo porque el combustible representa 30% de la estructura de costos. Pero también nuestra estructura está en un 70% dolarizada y con una devaluación de 36%, la verdad estamos preocupados”.
Las consecuencias de esta innegable crisis de los tres principales gigantes aéreos latinos –que como detallamos en REPORTUR fueron las que mejor desempeño tuvieron en los últimos años gracias a tener un líder claramente identificado a diferencia de Aeroméxico o Aerolíneas Argentinas– parece pasar por cancelar sus ambiciosos proyectos de ampliar su cifra de aviones.
De hecho, Latam ya reveló que está revisando su plan de flota y requerimientos de flota para los próximos años, y evalúa “retrasar la llegada de un número de aviones de pasajeros de largo alcance, programados para entrega el 2017 y 2018, así como subarrendar al menos un avión carguero”. Además, la familia Cueto, que controla Latam a través de la sociedad Costa Verde Aeronáutica, ha tenido que tomar medidas drásticas y vender alrededor de US$ 180 millones en nuevas acciones como parte de un aumento de capital.
Así, Venezuela, el dólar caro, la ralentización de la demanda y alto endeudamiento están situando a los tres mayores gigantes aéreos de la región en su mayor crisis en varios años, y ello parece que les obligará a recortar sus ambiciosos planes de crecimiento, lo que podría ser aprovechados por aerolíneas extranjeras con mejor salud para crecer en la zona, como Iberia o la low cost estadounidense Southwest, que estaría planeando ampliar sus operaciones a Perú, Argentina, Brasil y Chile.