Tres herederos de los más destacados empresarios del turismo colombiano siguen sus pasos en este negocio; todos haciendo su mayor esfuerzo, trabajando por seguir con el legado y sobre todo tratando de superar las expectativas; un reto nada fácil de enfrentar después del éxito que han conseguido sus padres y abuelos.
Samy Bessudo, el primero de esta lista, ha trabajado por 12 años junto a su padre, aprendiendo de primera mano sobre el negocio, y ahora enfrentando el reto como presidente de Aviatur Viajes, muy enfocado en tecnología y servicio al cliente.
Jean Claude Bessudo, su padre, le dio hace pocos meses, como adelantó en exclusiva REPORTUR.co, un enorme voto de confianza dándole todo el poder en el área turística, pero no así en el Grupo Aviatur, y se convirtió en el mayor valedor que tiene dentro de la industria turística del país.
Abdón Estefan, de su lado, presidente de la junta directiva de Hoteles Royal, también buscó que su hijo Alejandro Estefan entrara al negocio. Alejandro Estefan ha trabajado por varios años en la empresa, enfocado siempre a los negocios de la cadena.
Inició con el tema de construcción, dotación y puesta en marcha de hoteles; fue contralor de uno de los hoteles Radisson, luego fue Director Corporativo de Negociaciones, paso como Gerente Corporativo de Negocios de la Cadena y actualmente es el Gerente de Financiero y de Negocios de la Cadena. Pero se le atribuye a Alejandro Estefan el ser quien buscó la negociación de Royal con la Cadena NH, negocio que hace incierto el destino de este heredero en el sector del turismo.
El Grupo Santo Domingo, dentro de todos sus negocios, ha estado siempre en el sector del turismo, desde Mario Santo Domingo, abuelo de Alejandro Santo Domingo, ahora heredero del Grupo; fue pionero en el negocio de la aviación comercial con la aerolínea Avianca, negocio que mantuvo exitoso su hijo Julio Mario Santo Domingo, hasta su venta.
Pero ahora Alejandro Santo Domingo incursiona de nuevo y exitosamente en el negocio del turismo con la compra de los hoteles Decameron, el Hotel Aloft Bogotá y el W Hotel Bogotá. Joven y apuesto, se le considera en el sector turístico colombiano como el único que de verdad será capaz de superar a sus progenitores, pese a lo alto que tanto su padre como su abuelo le dejaron el listón. Se le alaba su inteligencia visión estratégica, su capacidad de trabajo y su rectitud, y que no solo está pendiente de figurar en las fiestas que copan las páginas sociales. Mientras otros venden, un heredero, el del Grupo Terranum, decide comprar.