Las autoridades de Venezuela mantuvieron una reunión hace unas semanas con representantes de todas las aerolíneas extranjeras que operan en el país, a las que ofrecieron saldar la deuda que mantiene con ellos mediante la concesión de combustible durante 15 años equivalente a la cantidad que el Cadivi tiene pendiente que abonarles.
La propuesta no fue mal acogida por las aerolíneas europeas, ya que para ellas les sale más a cuenta por la duración de sus vuelos el canje de deuda por combustible, pero sí fue rechazada por las compañías latinas, cuyas operaciones son de menos distancia, además de ser las que acumulan mayores cantidades sin cobrar.
Donde sí hubo unanimidad fue en el desagrado de que los abonos de las facturas pendientes estuvieran expuestas a la fluctuación de la divisa, ante la más que probable devaluación de la moneda local venezolana respecto a su tasa en el momento de contraer la deuda.
Las aerolíneas que lideran las deudas pendiente de cobro por parte del Cadivi son panameñas y colombianas, que ante la falta de resultado de las negociaciones para recibir el dinero que tienen retenido en Venezuela, unos mil millones de dólares, han decidido reducir su oferta de asientos en el país.
Las conversaciones entre ambas partes, según la información a la que tuvo acceso REPORTUR.co de fuentes presenciales, vivieron momentos de tensión que llegaron al cruce de amenazas, en las que el oficialismo venezolano aseguró que si las aerolíneas extranjeras dejaban el país, no sería tanto problema para ellos, pues potenciarían su compañía pública Conviasa.