Una nueva modalidad de “arbitraje de divisas” se ha empezado a imponer en Venezuela. Se trata de viajeros colombianos que compran tiquetes aéreos en el vecino país a destinos diversos como España o Francia, logrando ahorros significativos.
El negocio resulta muy rentable. Por ejemplo, con lo que se compra un tiquete Bogotá-Madrid, en Venezuela se podrían adquirir cinco o seis tiquetes para el mismo destino. La explicación es muy sencilla: allá existe un mercado negro de divisas que hace muy rentable “arbitrar” recursos en el mercado oficial, según recogió dinero.com.
Por el contrario, las cifras muestran que el mercado de viajes hacia Venezuela sigue dinámico. La salida de colombianos hacia ese país registró en junio pasado un incremento de 21,5% frente al mismo mes de 2012, según las cifras de Migración Colombia. Y la Aeronáutica Civil señala que los tiquetes aéreos Bogotá-Caracas crecieron a junio de 2013 14% y, solo en junio, 31%.
Según Jean Claude Bessudo, presidente de Aviatur, la agencia de viajes más grande del país, es claro que se puede estar presentando un desvío de pasajeros a través de Caracas. “Ese es un fenómeno de toda la vida, cuando hay tasas de cambio diferenciales. Eso se presenta especialmente con el turismo individual, porque los viajes corporativos se realizan por los canales tradicionales. Antes el tema era con Argentina”, explica.
Al interior de las grandes aerolíneas colombianas también hay preocupación pues, claramente, a pesar de los riesgos, muchos viajeros están empezando a arbitrar divisas a través de la compra de tiquetes, lo que ha empezado a afectar los flujos de viaje.