Con el claro objetivo de reducir los gastos, Aerolíneas Argentinas profundiza su esquema de cierres de oficinas. La compañía se prepara para desactivar sus instalaciones en Bariloche y viene de cerrar su punto de ventas y atención en Comodoro Rivadavia. «La atención se pasará toda a la virtualidad. Y no se descarta que la compañía centralice todo lo comercial en Buenos Aires», expresaron desde la empresa.
En el sur del país, la aerolínea del estado ya había realizado lo propio en Ushuaia y El Calafate; dos ciudades turísticas posicionadas a nivel nacional e internacional. Otras oficinas que bajaran sus persianas serán en Neuquén y Santa Fe, como así también en Bahía Blanca, Salta y Posadas, en la provincia de Misiones.
El cierre que viene para Neuquén ocurrirá casi a la par de la desactivación de Bariloche, antes del 30 de abril. En ambos casos, la compañía mantiene disponible la posibilidad del retiro voluntario. En lo que refiere a los empleados que no opten por esa alternativa, fuentes ligadas a los trabajadores de la estatal indicaron que «irán al aeropuerto, a un área operativa o pasarán a modalidad home office».
Aerolíneas Argentinas desactivó su oficina en Rosario a fines de enero y también concentró su personal en el aeropuerto local. En dicha ciudad santafesina, la compañía optó por no renovar el contrato de alquiler del inmueble. Se rumorea que la representación en Santa Fe capital también finalizará.
Como informó REPORTUR.com.ar, Aerolíneas Argentinas canceló una serie de beneficios para los pilotos, tripulantes de cabina y supervisores, como por ejemplo el servicio de traslados en remises. (Milei sigue con su ‘motosierra’: habrá menos privilegios para los pilotos)
pongan la fuente, ladrones de notas