Este domingo un trágico hecho se produjo cuando un avión intentaba aterrizar en Pokhara, una localidad turística en el centro de Nepal. La aeronave llevaba 68 pasajeros, incluidos 15 ciudadanos extranjeros, y cuatro tripulantes, todos ellos murieron.
Los extranjeros eran cinco indios, cuatro rusos, dos surcoreanos, un irlandés, un australiano, un francés y una argentina, Jannet Sandra Palavecino, oriunda de la provincia de Neuquén, que viajaba para hacer montañismo en los picos del Himalaya.
El vuelo, procedente de Katmandú, la capital nepalesa, se estrelló poco antes de las 11 hora local (2.15 hora argentina) cerca de Pokhara, en el centro del país, donde debía aterrizar. Esta ciudad es un punto de paso importante para peregrinos y montañistas extranjeros.
El fuselaje incendiado del aparato se encontraba en un profundo barranco entre el antiguo aeropuerto de Pokhara, creado en 1958, y el nuevo terminal internacional de esta ciudad, inaugurado el pasado 1 de enero.
«El aparato se estrelló en un barranco, así que es difícil sacar los cuerpos. La operación de búsqueda y rescate continúa. De momento no se han encontrado supervivientes», dijo a AFP un portavoz del ejército, Krishna Prasad Bhandari.