Una joven argentina de 16 años trasplantada del corazón arribó este fin de semana a la Argentina luego de que su madre obtuviera una medida cautelar. Es el primer caso en que un magistrado establece que, si la persona no puede volver porque su vuelo no es aprobado, el Estado se tiene que hacer cargo y disponer de la aerolínea de bandera para la repatriación.
La madre comentó que su hija viajó junto a su hermana de 20 años el 28 de junio y tenía el pasaje para regresar el 7 de agosto. Estaba en Nueva York y su vuelo de regreso había sido reprogramado por el cupo de ingreso de pasajeros internacionales (actualmente 1700).
La menor, que viajó para aplicarse la vacuna de Pfizer, autorizada para uso pediátrico, se encontró con la problemática que solo tenía la medicación por el trasplante para llegar al 15 de agosto y la cobertura médica por el viaje, no cubría enfermedades preexistentes. Frente a esta situación, la madre presentó un amparo y el juez federal de San Martín Oscar Alberto Papavero estableció que el Estado debía hacerse cargo de los gastos de la adolescente hasta que pudiera regresar.
Además, el juez también sostuvo que tenía prioridad entre las 700 plazas reservadas para casos excepcionales y que, si el vuelo que habían sacado para su vuelta vía American Airlines no era autorizado, Aerolíneas Argentinas tenía que traerla.
Por su parte, fuentes de Aerolíneas Argentinas explicaron que el regreso iba a ser vía American Airlines. “El juzgado pone a Aerolíneas como responsable siendo parte del Estado. Sin embargo, la pasajera vuelve en American. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) intervino para que procedan a reubicarla en la empresa donde compró el pasaje”.