En una entrevista de radio la directiva de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEGHRA), Graciela Fresno, dio un panorama de la difícil situación actual y a mediano plazo de la hotelería argentina.
“El sector está paralizado, la hotelería esta cerrada desde el 20 de marzo excepto algunos establecimientos de la capital federal que el Gobierno contrató para cuarentenas”, empezó explicando y aseguró que este año la actividad está terminada puesto que la situación es muy crítica.
La facturación de los hoteles está en cero y no se espera una situación diferente a corto plazo. Están dependiendo exclusivamente de la ayuda que el Gobierno les pueda dar para pagar mitad de sueldos y negociación para sobrellevar la situación inédita, ha subrayado la presidenta de la federación de hoteleros.
El cierre de fronteras también marca un momento del que por lo menos no va a haber tránsito turístico, las fronteras provinciales de momento también están cerradas, con lo cual el sector desconoce cuándo se reanudará el flujo turístico. Cuando se reabra el movimiento el sector espera apuntar al turismo interno de cercanías para lo cual desde la institución están organizando un plan de acción.
Aún pensando en una reapertura entienden que ese momento tampoco será fácil puesto que la capacidad de consumo se verá diezmada y que ante el parate necesitarán reacondicionar los establecimientos, para lo cual piden créditos a tasa cero y vislumbran la dificultad de poder trasladar los costos al precio para salvaguardar la ocupación.