El domingo pasado, el Boeing 737-800 LV HQY que debía cubrir la ruta El Palomar-Bariloche aterrizó de emergencia en Ezeiza luego de que una alarma informara exceso de temperatura en uno de los motores.
A raíz del grave incidente, que no es la primera que protagoniza una aeronave de Flybondi, la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) revisó la unidad varada en el Aeropuerto internacional de Ezeiza, que había tenido otra falla a fines de enero. El Boeing quedó «secuestrado» por decisión del Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora.
En simultáneo, sobre el mismo avión también intervienen especialistas de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIACC), que trabajan en la elaboración de un informe preliminar para establecer el detalle de la falla técnica que motivó el aterrizaje de emergencia.
Según un comunicado oficial de la compañía, se trató del vuelo FO5270 y que la aeronave «presentó un desperfecto técnico en vuelo motivo por el cual regresó a Buenos Aires, aterrizando en el Aeropuerto de Ezeiza sin presentar inconvenientes». Desde la compañía aseguran que el inconveniente está en el sistema de alarma y no en el motor. (Las turbulencias de la revolución de los aviones en el 2019)