Norwegian, con planes para desembarcar en Argentina, informó que en julio trasladó a un 13% más de pasajeros en comparación con el mismo mes de 2017, tras aumentar su demanda un 33% y su capacidad en un 35%, registrando un factor de ocupación del 93%, que supuso 1,3 puntos porcentuales menos.
En los doce meses interanuales (del 1 de agosto de 2017 al 31 de julio) registró 35,76 millones de pasajeros, un 14% más que en los doce meses precedentes, con un aumento del 36% tanto en la oferta como en la demanda. El factor de ocupación se situó en el 87,1%, 0,4 puntos porcentuales menos.
Norwegian transportó a 21,24 millones de pasajeros de enero a julio, un 14% más frente al mismo periodo de 2017, con un factor de ocupación media del 87%, El ingreso medio por pasajero creció un 3% respecto a lo registrado en julio de 2017. En el séptimo mes del año operó el 99,2% de sus vuelos y el 67,9% partió puntual.
Norwegian Air, la tercera low cost más importante de Europa, quiere penetrar en el mercado brasilero, luego de hacer pie en el argentino, con vuelos desde San Pablo hacia el viejo continente. En la solicitud, presentada ante la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac), dice que el mercado brasileño presenta “un gran potencial” para la compañía.
Como reveló REPORTUR.com.ar, Norwegian Air Shuttle tuvo que lanzar hace unos meses una ampliación de capital luego de que se disparase la desconfianza de los inversores tras anunciar que en el primer trimestre de este año sus pérdidas serían aún mayores de lo esperado (Norwegian pierde en 18 meses la mitad de su capital en contraste con Ryanair).
Norwegian está sufriendo constantes desplomes bursátiles que parecen no tener fin luego de presentar recurrentes pérdidas en sus resultados anuales y trimestrales, unido todo ello a que baja la ocupación de sus aviones, y a que sus ratios de deuda están muy por encima del resto de sus competidores europeos (La deuda de Norwegian, muy superior a la de sus rivales).
La desconfianza de los inversores sobre Norwegian, junto a los citados motivos, se fundamenta también en el recelo sobre su estrategia, que es considerada como demasiado dispar –vuelos transatlántico de pasillo único, ofensiva por mercados inconexos, entrada en la Argentina, low cost de largo radio– y poco sostenible para una aerolínea con aún escaso músculo (Récords de ocupación de Iberia, Ryanair y Vueling, y desplome de Norwegian).
Junto a todo ello, Norwegian afronta también que su avión estrella, el Boeing 787 Dreamliner, está siendo llamado a revisiones por problemas en sus motores Rolls-Royce, a lo que se une el repunte del petróleo en los últimos tiempos, que ya ronda los 70 dólares por barril de Brent (Ryanair señala a las 4 que sufrirán con el petróleo: TAP, Flybe, LOT y Norwegian).
Karl Johan Molnes, jefe de Análisis de Norne Securities, un fondo noruego que gestiona activos valorados en 50.000 millones de dólares, asegura que “Norwegian es un pozo sin fondo”, y esperan que “lo que deben hacer es acabar con su apuesta por la larga distancia, ahora que la aerolínea va a invertir en Argentina, donde nadie gana dinero” (Analistas esperan que Norwegian tenga que retirarse de Argentina).
Cada vez más desesperados en este medio por escribir noticias negativas de la compañía. Da igual de que trate la noticia, siempre debe incluir dos o tres referencias negativas al menos y si pueden ser en tono apocalíptico, mejor.