La iniciativa plantea el cobro desde el primero de enero próximo de una tasa especial por cada turista que se aloje en un establecimiento habilitado de la ciudad, que podría ir de los 5 a los 60 pesos, según la categoría y costos del lugar de alojamiento. Prevé que el fondo sea manejado por una entidad mixta entre la Municipalidad y las empresas del sector.
El intendente de la localidad rionegrina de Bariloche, Gustavo Gennuso, sostuvo que el cobro de la tasa «no va poner ninguna traba al turismo porque son valores muy bajos pero de a poquito nos van a permitir cambiar ese perfil de ciudad decadente a la ciudad pujante que queremos ser». Y agregó: «Algo tenemos que hacer para mejorar nuestro principal producto, porque sino los turistas van a terminar no viniendo por lo mal que está la ciudad y no porque tengan que colaborar con una eco-tasa».
Además, la reforma impulsada agrega el cobro de un monto especial de la tasa de Inspección e Higiene (TISH) que paga todo el comercio por cada egresado en viaje de fin de curso que visita la ciudad, con un porcentaje aún no estimado.
Sin embargo, para el presidente de la Asociación Empresaria del Cerro Catedral, Alberto Del Giudice, “están asesorando mal al intendente en el tema de la tasa al turista” y afirmó: “Hoy Bariloche no está en condiciones de cobrar absolutamente nada más al turista, ya que cada vez está viniendo menos turismo y de menor poder adquisitivo, y esto significa menos recursos para todos en general”.
Por año llegan a Bariloche y se alojan en establecimientos regulares –el 80 por ciento del total- alrededor de 800.000 turistas, de los que 110.000 corresponden al turismo estudiantil, por lo que la recaudación de este fondo permitiría aumentar mes a mes la inversión en obras públicas en forma considerable.