Tras la visita de Barack Obama a la Argentina, las negociaciones por la eliminación de la visa para argentinos que quieran visitar EE.UU. vuelve a ponerse en escena.
Esta posibilidad marcaría el regreso del país al Visa Waiver Program, el selecto club de 38 países cuyos ciudadanos no necesitan visa para ingresar a los Estados Unidos y permanecer allí por un máximo de noventa días. La Argentina perteneció a ese grupo de privilegio durante el mandato de Carlos Menem.
Aunque el Gobierno de EE.UU. no ha dado demasiados indicios de que esto vuelva a lograrse, Argentina está haciendo mérito para que suceda y la primera medida que acaba de tomar es la suspensión por 90 días del cobro de la «tasa de reciprocidad», que tienen que pagar los estadounidenses que llegan al país por placer o por negocios.
«Esta medida va a favorecer el incremento de turistas estadounidenses a Argentina», aseguró el ministro de Turismo, Gustavo Santos, quien espera alcanzar «el medio millón de turistas de los Estados Unidos para el 2019».
La decisión se dio en el marco de un acuerdo firmado entre los presidentes Mauricio Macri y Barack Obama en Buenos Aires en el efusivo, breve e intenso encuentro de los mandatarios la semana pasada en la capital argentina. Como contraparte, se espera que Washington deje de exigir visa a los argentinos.
Argentina comenzó a cobrar esta tasa en 2009 bajo el mandato del anterior ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo. La medida fue copiada de passes vecinos que ya lo implementaban como Chile y Brasil. La tasa de reciprocidad es el monto de lo que abonan los argentinos por la solicitud de visas para viajar a determinados países, y la vigencia es similar a la que los mismos conceden.