Después del caos que reinó entre sábado y martes en el Aeroparque por los 200 vuelos cancelados, ayer Mariano Recalde llegó a Aeroparque Jorge Newbery, se sacó fotos con algunos seguidores y con carteles que anunciaban la normalidad de los vuelos.
La calma aparente en el miércoles 23 de julio se debió a que reprogramaron las salidas después de largas demoras telefónicas para reasignar fechas de vuelo, únicamente mediante el call center y sin dar claras explicaciones de lo acontecido.
La escueta comunicación de la compañía fue mediante redes sociales y sin mayor detalle a los agentes de viajes. En la misma atribuyen «algunas» cancelaciones a varios inconvenientes; meteorología desfavorable, tareas de mantenimiento de aeronaves, conflictos gremiales y plena ocupación que dificultaron la reubicación de pasajeros.
En la misma circular, Aerolíneas Argentinas se jacta de la cantidad «record» de 35.000 pasajeros diarios cuando la media suele ser 25.000. También aclaran que se han hecho cargo de los gastos de hotelería, traslados y comidas en los casos de reprogramaciones.
Según pudo saber REPORTUR.com.ar, el procedimiento mediante el que se compensaba a los pasajeros afectados ha sido muy irregular, a algunos se les ofrecía más o menos dinero y las sumas compensatorias iban variando a medida de que los clientes de la aerolínea aceptaban o llevaban la cuestión a otras instancias legales.