Los hoteleros argentinos han encontrado en el sistema de ‘tiempo compartido’ una solución frente al gran desafío que representa romper con la estacionalidad. “El aporte que brinda la actividad del tiempo compartido permite mantener altos niveles de ocupación en períodos de baja temporada”, indicó Mario Kotsiaris, gerente comercial de Propiedad Vacacional & Real State de Grupo Manzano, empresa que administra los complejos Bahía Manzano y Bahía Montaña en Villa La Angostura.
Kotsiaris manifestó que muchos de estos hoteles se emplazan en pequeñas localidades que dados sus atractivos naturales y culturales, tienen su estacionalidad turística muy marcada y fuera de sus temporadas altas no reciben gran afluencia de turistas.
El tiempo compartido se diferencia de la hotelería tradicional por su nivel de ocupación anual, que va desde un 60 a 75 por ciento. Esta coyuntura es propiciada por la venta de semanas en temporada media y baja y por el intercambio internacional, según indican especialistas del sector.
Actualmente, en Argentina hay 134 complejos, que operan bajo la modalidad de ‘tiempo compartido’ y que son utilizados por más de 350.000 personas al año. El negocio tiene un crecimiento cercano al 10 por ciento anual, según recoge diariobae.com.
Según datos de la Cámara Argentina de Tiempo Compartido, hoy en día, la ocupación promedio anual de los desarrollos en la zona de montaña es del 75% y en complejos cercanos al mar del 60 por ciento. En el país, el sistema de tiempo compartido acapara un 8% del total con 7.229 unidades sobre 30.900 plazas.
El precio promedio para un cliente que quiere comprar una semana es de 6.000 dólares. A eso hay que sumarle una cuota de mantenimiento promedio de 300 dólares.