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Tras los incidentes con el conflicto mapuche, el sector turístico de la Patagonia teme seguir en la precaria situación que ya ha dejado la pandemia en esta zona. El turismo se ubica entre las principales actividades económicas de provincias que por estos días son escenario conflictivos, como Río Negro, Chubut y Neuquén.
El turismo constituye, de hecho, una parte clave de la reactivación poscuarentena: destinos como Bariloche y El Calafate (Santa Cruz) estuvieron entre los más elegidos en el último feriado puente aparecen entre los primeros en el programa PreViaje. Incluso El Bolsón –localidad que fue protagonista de múltiples incidentes en el último mes y medio– tuvo niveles de ocupación hotelera cercanos al 100% durante el segundo fin de semana de octubre, según detalla La Nación.
Siempre hay factores que pueden modificar las decisiones de los viajeros, como ocurrió en 2020 con las restricciones, en este invierno con la falta de nieve y ahora con un conflicto que el Gobierno nacional no parece dispuesto a intervenir pese a la exhortación provincial.
El movimiento turístico repuntó en Bariloche y toda la región, sin hasta el momento resultar afectado por los conflictos territoriales y los ataques vandálicos, aunque los privados del sector temen que pueda interferir de cara a la temporada de verano si no se apacigua el conflicto que en este último tiempo recrudeció.
