En el marco de una jornada organizada en torno a Turismo y Tecnología hubo un interesante debate entre los expositores del sector público, privado y los asistentes, en su mayoría profesionales de la industria. Cada uno de los referentes de empresas como TTS, Avantrip y Aerolíneas Argentinas contó cómo impacta en cada empresa el desarrollo tecnológico en un mercado que es cada vez más dinámico y dependiente de la tecnología.
Entre los asistentes –especialmente agentes de viajes o vinculados a venta de turismo– hubo un acuerdo unánime en el desfajase de muchas OTAs y grandes firmas de viajes que centralizan sus esfuerzos y presupuestos en la captación de clientes y como contrapartida, casi nula inversión en servicios de posventa, generando que el viajero todavía siga prefiriendo comprar en agencia de viaje o en aquella que haya cara visible para seguimiento y respuesta cuando el pasajero está en un apuro en el aeropuerto o en destino.
El ejemplo más concreto ha sido con la compañía de bandera, Aerolíneas Argentinas, que pese al cambio de flota, diferentes canales de venta y mejoras en índice de puntualidad, no suele resolver en forma rápida inconvenientes del pasajero ante cambios de horario, cancelaciones y un plus por el alto nivel de conflicto gremial en que se encuentra la compañía aérea.
“No hay un marco de resolución para los problemas durante el viaje (…) Las quejas de usuarios están lideradas por compañías como Despegar”, dijo uno de los profesionales que participaron del encuentro. Otros reflexionaron que esto de algún modo hace que las agencias pequeñas sigan manteniendo un importante nicho de mercado en Argentina pese a los pronósticos más apocalípticos respecto al futuro de las mismas.