Según un reciente reportaje de Clarín, las agencias de viaje van hacia una reconversión ante otro paradigma en el que cada vez más los viajeros organizan los viajes por cuenta propia al tener acceso a información que antes era exclusiva de los agentes de viaje.
«Antes las agencias tenían información exclusiva, un valor agregado para el viajero. Hoy, con el volumen de información que hay en la web, las agencias deben ofrecer otra cosa, explica Fabricio Di Giambattista, titular de la Federación que agrupa a la agencias de viaje, FAEVYT. «Desde optimizar el recurso económico del viaje hasta empezar a abordar otros nichos para salir del esquema tradicional».
La especificidad en el negocio y convertirse en agencia de nicho o incluso de subnicho; turismo aventura, en cruceros, en eventos deportivos, etc es hoy una fuerte tendencia para seguir en el ruedo. La reconversión se plantea como indispensable para mejorar la competitividad frente a una oferta cada vez más concentrada y agresiva.
En la Argentina existen unas 5.400 agencias de viaje inscriptas, según datos del Ministerio de Turismo. En 2016, se inscribieron 320 nuevas agencias y unas 210 se dieron de baja. Pero fundamentalmente se expandieron jugadores de peso, como Despegar, TTS Viajes, Almundo, Garbarino y Falabella, y el mercado se completó, además, con la alta informalidad, ya que pueden contarse otras 10 mil agencias más que no están registradas. (Preocupa a las agencias el 25% del negocio concentrado en tres firmas)
Según Di Giambattista el costo de sostener el negocio es muy alto. Mientras en otros países los costos no llegan al 50% de la facturación, en el mercado local, llegan cómodamente al 80%.