El presidente Javier Milei aceleró la firma del decreto mediante la cual avanza con la tan mentada desregulación del mercado aerocomercial. Milei ha decidido flexibilizar el ingreso de nuevas empresas que quieran operar en el país, sean líneas aéreas o compañías para prestar servicios en tierra. (Nuevo ministro avanzaría en liberalizar el tráfico aéreo en Argentina)
La iniciativa – que ya había sido adelantada por este digital- busca terminar con el monopolio de Intercargo, la empresa pública que realiza todos los servicios para las compañías aéreas, locales e internacionales y esboza un Reglamento de Acceso a los Mercados que enumera condiciones que, de cumplirse, sería un verdadero cambio radical del sistema vigente para el “Libre acceso al mercado de nuevos explotadores a través de procedimientos administrativos breves y ágiles. Estímulo a la competencia leal entre los distintos explotadores; desregulación tarifaria; resguardo de la seguridad operacional; vigilancia operacional continua de los servicios autorizados; libertad en la fijación de frecuencias.
Todos estos puntos estarían bajo planes de negocios, para su análisis sujeto a estrictos criterios operativos y a la necesidad de que el tráfico aéreo se desarrolle de manera segura y ordenada y, finalmente, intervenciones de la Administración Pública Nacional limitadas y eficientes, de carácter digital/electrónico, tendientes exclusivamente a la preservación de los principios enunciados precedentemente y transparencia en la medición, asignación y utilización de la capacidad aeroportuaria.
Este es el núcleo del decreto que, en realidad, originalmente eran tres, que se subsumieron en uno y los lineamientos que cambiarán el sector y contra el que los sindicatos ya están despotricando.
Además del compromiso de reducir la intervención del Estado a un mero papel en materias operacional y de seguridad, la norma define la desregulación tarifaria, volviendo a los matices de lo que fue la “revolución de los aviones” impulsada por Guillermo Dietrich en el gobierno de Mauricio Macri.
El primero de los cambios es que ya no habrá que tramitar ese permiso necesario, aunque discrecional, que entregaba el Estado. De hecho, la última se celebró durante el gobierno de Macri, que fue la que entregó las licencias con las que vuelan Jetsmart y Flybondi. Sin audiencias, las rutas se solicitarán por un sistema digital y mucho más ágil, tal como repite la norma en varios pasajes.
Las nuevas normas incluyen un cambio fundamental en el negocio aeronáutico. Cuando estén plenamente en vigencia, tras las reglamentaciones correspondientes, se podrán prestar servicios de cabotaje con aeronaves de matrícula extranjera y hasta tripulación de otra nacionalidad. Es algo muy novedoso para el segmento.