Luego del incidente de Latam en el vuelo entre Australia y Nueva Zelanda, de regreso a Santiago de Chile, y de haberse conocido que una azafata habría presionado el botón de la silla del piloto de manera accidental, Boeing solicitó a las aerolíneas que revisen los asientos de la cabina en el próximo mantenimiento de sus 787 Dreamliner.
Al parecer el movimiento brusco de la aeronave se produjo en el momento en que la azafata servía la comida en la cabina y por accidente oprimió el botón de la silla del piloto lo que le hizo irse encima de los controles, propiciando el desplome repentino de la aeronave.
Boeing ha dado instrucciones a los centros de mantenimiento donde incluye las instrucciones para desactivar los motores que mueven los asientos de cabina. El fabricante manifestó que esta advertencia se hacía como una «medida de precaución». Sin embargo, este nuevo incidente podría intensificar el escrutinio sobre Boeing.
Inicialmente, Latam informó que tuvieron “un evento técnico durante el vuelo que provocó un fuerte movimiento”. Después señalo que se “experimentó una fuerte sacudida durante el vuelo, cuya causa está actualmente bajo investigación”.
Como lo informó REPORTUR.us, la hipótesis que los expertos consideran más verosímil es un fallo en el mecanismo electrónico del asiento del piloto. Los datos, filtrados en Chile, sugerían este jueves que de forma no intencionada el piloto pudo haber tocado algún elemento del asiento de forma que este se desplazó súbitamente haciendo que el piloto, que controlaba el aparato, hiciera un movimiento muy brusco del instrumental. Según esta versión, el piloto tardó un rato en recuperar el control completo de la situación. (Latam: el asiento del piloto pudo provocar el incidente en el 787).