Un avión Boeing 737 Max de la aerolínea All Nippon Airways (ANA) en Japón, despegó del aeropuerto Sapporo a donde tuvo que regresar luego de descubrir una grieta en el parabrisas de la cabina.
Aunque no es el mismo modelo del B737 MAX-9 que sufrió el incidente con la aerolínea Alaska, si hace parte del mismo fabricante que está bajo la investigación y auditoria de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA).
En el vuelo de ANA con destino a Toyama (costa occidental) donde viajaban 65 pasajeros y tripulantes, aterrizó de manera segura y sin heridos. La compañía aérea comentó que era probable que tuvieran que reemplazar todo el parabrisas pero que afortunadamente no se presentó presurización, ni estuvo en riesgo el control del vuelo, así lo recoge Travel Pulse.
Como lo informó REPORTUR.us, la FAA reforzará la investigación a Boeing, pues prevé que las aeronaves B737-9 MAX tienen más problemas de fabricación de los ya conocidos tras el reciente incidente del vuelo de Alaska Airlines. (USA: FAA prevé otros problemas de fabricación de los B737-9 MAX).
Mike Whitaker, administrador de la FAA, señaló en su momento que el nuevo MAX 9 tiene “problemas significativos” y “creemos que hay otros problemas de fabricación”, así lo recoge La República.