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La parte del fuselaje que se desprendió del Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines el pasado viernes cayó en el patio de una casa. El vuelo que tenía como destino Ontorio, Canadá, tuvo que regresar a Portland luego de 30 minutos de vuelo.
Las autoridades habían pedido la colaboración a la población para ubicar la puerta que cayó del avión por ser crucial para la investigación, por lo que el dueño de la casa avisó a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), según lo recoge La Razón.
El incidente no pasó a mayores pues sus 171 pasajeros y seis tripulantes salieron ilesos, pese a que la aeronave quedó sin parte del fuselaje que provocó la despresurización de la cabina.
Como lo informó REPORTUR.us, horas después del incidente la autoridad americana ordenó la paralización de todos los aviones de este modelo, el Boeing 737Max 9, hasta que se inspeccionen sus partes relacionadas con estas puertas. “La seguridad es nuestra prioridad y dirige nuestras medidas”, dijo Mike Whitaker, de a FAA. (Inmovilizados en USA casi 200 B737 Max tras estallar una ventana).
