Los pasajeros del avión de Alaska Airlines, cuyas vidas corrieron peligro porque un piloto en cabina pero fuera de servicio quiso derribarlo, han presentado una denuncia judicial.
Como recordarán, hace unos días, la fiscalía pidió condena para un pilotos que, estando fuera de servicio, entró en la cabina de un vuelo que operaba en el noroeste de Estados Unidos, y maniobró para derribar el avión. No logró su objetivo porque el piloto que sí tenía la responsabilidad del vuelo lo impidió y estabilizó el avión, como reveló REPORTUR.us (Terror en Alaska Airlines: piloto fuera de servicio intenta apagar motores en pleno vuelo).
Mientras la justicia avanza en su causa contra el piloto, ahora tres pasajeros presentan una demanda contra Alaska Airlines y Horizon Airlines, el operador del vuelo 2059 afectado, diciendo que las aerolíneas no habían hecho un análisis adecuado del piloto fuera de servicio, Joseph Emerson, para permitir que se sentara en un asiento adicional en la cabina (el asiento plegable) en el vuelo del pasado 22 de octubre. «Si lo hubieran hecho, lo más probable es que se le hubiera negado la entrada y no hubiera estado en posición de casi matar a todos los que estaban a bordo», afirma la demanda.
No está de más recordar la poderosa cultura de las indemnizaciones en casos civiles en Estados Unidos, donde las partes extreman las exigencias económicas. Es cierto, en este caso, que los pasajeros corrieron peligro de perder la vida porque aparentemente Emerson estaba decidido a derribar el avión.
En su demanda, los pasajeros del vuelo de Alaska Airlines dicen que sintieron que el avión se inclinaba dramáticamente hacia adelante, como si estuviera cayendo en picado, según la demanda recientemente presentada.
Por su parte, Alaska Airlines ha dicho que el personal de la compañía en tierra y en el avión no habían observado «signos que les hubieran llevado a impedir que Emerson volara».