Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), un organismo descentralizado del gobierno federal, usó 407 millones de pesos de recursos fiscales para la adquisición de las marcas de Mexicana de Aviación, las cuales aún no son entregadas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para echar a volar a la nueva aerolínea del Estado.
“La fuente de financiamiento corresponde a recursos fiscales a cargo del programa de inversión para la adquisición de equipamiento para el servicio de traslado de pasajeros de ASA”, según Forbes México.
La adquisición contempló 276 marcas, 31 aviones y una declaratoria de fama de la marca Mexicana de Aviación, que eran propiedad de la empresa Mexicana de Aviación, S.A. de C.V., así como 12 marcas de Aerovías Caribe, explica ASA. La empresa afirma que “aún continúa en análisis” si entregará en comodato las marcas Mexicana de Aviación a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Desde el 15 de agosto pasado, la compañía es dueña y propietaria de las 334 marcas, registros marcarios recuperados y obras (libros) de Mexicana: “ASA en este acto acepta y confirma a su entera satisfacción la transmisión y adquiere para sí los derechos de propiedad industria y los derechos de propiedad intelectual, que derivan por la celebración del presente contrato”, se lee en el documento.
Desde su creación en 1965, ASA ha participado en el mercado nacional del combustible (turbosina y gasavión) para el transporte aéreo, así mismo opera y administra 19 aeropuertos incluyendo los de Campeche, Ciudad del Carmen, Ciudad Obregón, Ciudad Victoria, Chetumal, Colima, Guaymas, Ixtepec, Loreto, Matamoros, Nogales, Nuevo Laredo, Poza Rica, Puebla, Puerto Escondido, Tamuín, Tehuacán, Tepic y Uruapan.
Como reveló REPORTUR.mx, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) ve con “extrañeza y preocupación” que la nueva aerolínea Mexicana de Aviación, bajo tutela del Ejército, no desee que su personal esté sindicalizado, sin embargo, presentará una propuesta para una contratación colectiva.
El capitán Humberto Gual Ángeles, secretario general de ASPA, describió como “un contrasentido” la situación, pero aclaró que en un momento determinado habrá contratación de pilotos (AMLO no desea que personal de Mexicana sea sindicalizado).