Después de que la EASA, agencia de la seguridad europea, ordenara que a la mayor brevedad todos los aviones A320 (o 321 y 319) someterán sus motores Pratt & Whitney a una urgente inspección, ahora es Estados Unidos a través de la agencia homóloga la que ordena los controles ante el riesgo de que estos equipos sufran daños.
La FAA ordenó inspecciones ultrasónicas en 20 motores matriculados en Estados Unidos antes de 30 días. Otros 202 motores en el mundo sufren los mismos problemas. Con un poco más de tiempo, hasta los doce meses, el fabricante de estos motores deberá retirar e inspeccionar 1.200 motores en todo el mundo, para comprobar si un componente estuvo contaminado.
En el caso de Estados Unidos, la orden urgente se origina en un incidente de diciembre pasado cuando los pilotos de A320 se encontraron en la necesidad de abortar un despegue. Hecha la investigación correspondiente, se comprobó que los motores podrían presentar fallos que es necesario controlar urgentemente.
En el caso de Europa, una de las aerolíneas más afectada es Wizz Air, que ha tenido que reorganizar sus vuelos de otoño para someter a sus aviones a las inspecciones.