Desde el próximo primero de julio, es posible que en Estados Unidos se produzca un caos en la navegación aérea, debido a que se acaban los aplazamientos y empieza a funcionar el sistema telefónico 5G, que afecta a los altímetros de los aviones y que exige en muchos de ellos unas modificaciones que debían de introducir las aerolíneas propietarias. Esto afecta al 20 por ciento de los aviones americanos y el 35 por ciento de los extranjeros.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, anunció que desde ese día, si la visibilidad es reducida, sólo se permitirá que aterricen aquellos aviones que tengan sus equipos adaptados. Algunos expertos en aviación creen que las señales telefónicas pueden afectar a las frecuencias utilizadas por los radioaltímetros de los aviones. Los altímetros más nuevos están protegidos contra estas interferencias, pero algunas aerolíneas se han quejado de que la escasez de los dispositivos les ha impedido actualizar todos sus aviones.
La advertencia del gobierno americano tiene lugar después de sucesivos aplazamientos durante 18 meses para la introducción del sistema. En una entrevista en un periódico de referencia, Buttigieg señaló que “existe un riesgo real de retrasos o cancelaciones». «Esto representa probablemente el mayor problema que afecte al funcionamiento de la aviación este verano».
Más del 80 por ciento de la flota nacional y alrededor del 65 por ciento de las aeronaves internacionales que vuelan a Estados Unidos están actualizadas.