Cuando se paran dos motores en un avión la cosa es francamente grave. Esto es lo que ocurrió en julio de 2021 cuando a un Airbus A220, con la matrícula YLAAQ, de Air Baltic, se le pararon los motores. Ocurre que el avión tiene sólo dos, por lo que la situación es realmente grave. Para paliar esta gravedad, el hecho ocurrió en Copenhague, cuando el avión acababa de tomar tierra. No obstante, sin motores, frenar el avión es mucho más complicado.
Por eso, la autoridad americana, FAA, ha adoptado una directiva de aeronavegabilidad que entrará en vigor este 31 de enero, para prevenir que se repita un incidente tan serio.
Según la autoridad aérea de Estados Unidos, el avión europeo (en realidad diseñado y fabricado por Bombardier, ahora en manos de Airbus), al realizar una particular maniobra con la potencia de los motores tiene lugar un desacuerdo en el sistema que genera una función errónea por la cual el avión paraliza los dos motores.
Para evitar la repetición de esta situación, la FAA obliga a las aerolíneas operadoras de este modelo –en Europa sobre todo dos, Air Baltic y Swiss– a que eliminen determinados controles electrónicos de los motores en ciertas versiones del software y lo reemplacen con una versión más actual del mencionado software.
“Este nuevo programa lleva a cabo mejoras que corrigen la lógica del control de la función errónea en los mandos”, reduciendo de esta forma el riesgo.
La solución, como ven, es fácil. Según la FAA, corregir esto en definitiva serían dos horas de trabajo, a unos 170 dólares por avión.
Práctica habitual en muchas compañías la de reducir la potencia de ralentí de los motores a niveles en los que en determinadas condiciones de presión y temperatura producen el apagado de los mismos por falta de combustión, todo por ahorrar unos decilitros de combustible.
Es una situación muy puntual pero para nada desconocida.