La tremenda caída de las temperaturas y la nevada que está afectando Canadá y Estados Unidos está causando un verdadero caos en los aeropuertos de la región. Los pasajeros se han visto obligados a dormir en las terminales para comprobar que este año las navidades probablemente no serán familiares. El aeropuerto de Seattle ha cerrado indefinidamente sus pistas por la nevada.
Los otros aeropuertos más afectados son el de La Guardia en Nueva York y el de Boston, más allá de lo que se preveía y, por supuesto, Detroit, Chicago y Denver.
La tormenta Elliott, que así se llama, afectó al país en el peor momento, justo cuando quienes acababan de trabajar se disponían a visitar a sus familiares.
El octavo aeropuerto del país, el de Seattle, llegó al extremo de cerrar las pistas indefinidamente para descongelarlas.
En todo el país hay 3.300 vuelos cancelados lo que a su vez ha provocado diez mil retrasos, resultado de que ni los aviones ni los pilotos y tripulantes se encuentran en los lugares correctos.
Los meteorólogos dicen que tormentas así tienen lugar cada varias décadas. El peor momento fue este viernes.
Aparentemente, la peor situación se está viviendo en Seattle, donde los aviones han quedado totalmente paralizados. Los aeropuertos cercanos al aeropuerto, los únicos a los que un viajero puede aspirar a llegar, no tienen plazas. El personal del aeropuerto ha informado a los viajeros que podrían pasar varios días antes de que se normalice la crisis.
Los vuelos cuyas cancelaciones se produjeron antes de la irrupción de lo peor de la tempestad fueron 602 por parte de Southwest, 136 por American, 128 por Alaska y una cifra no precisada por otras compañías.
Para complicar aún más las cosas, las autopistas o están cerradas o no permiten casi tráfico.