Aerolíneas Argentinas acaba de aumentar las frecuencias a la ciudad de Miami durante el mes de junio en sincronía con el aumento desenfrenado de demanda y tarifas para ese destino de vacunación masiva.
Los agentes de viaje se quejan en redes sociales y se escandalizan de que mientras el Gobierno suspende una sustancial cantidad de vuelos sobre todo a Cancún y Punta Cana hasta septiembre y los pocos programados a Europa, aumenta sus frecuencias a este destino que cotiza con tarifas en alza. (Argentinos pagan más de 7.000 dólares para vacunarse en Miami)
“Llama la atención que la aerolínea de bandera publique el precio del pasaje aéreo en dólares, informando que el pago es en efectivo y que no incluye ni equipaje”, se quejan los agentes, a la vez que el pasaje asciende a $ 230.000 en junio y más en el mes de julio.
El reclamo básicamente es que haya ecuanimidad en el mercado y que los beneficios no sean sólo para la aerolínea de bandera. En teoría todos los vuelos están “sujetos a revisión por el Gobierno”, pero mientras un puñado de compañías aéreas tienen que hacer pedidos extraordinarios para reanudar sus principales vuelos, AR anuncia el aumento de sus frecuencias generando nuevamente un desequilibrio y competencia desleal según los propios agentes que venden unos y otros vuelos.
De qué sorprenderse, la arbitrariedad y despotismo del gobierno argentino no tiene limites. La sorpresa sería que dejen de suspenderle vuelos a las demás aerolíneas, o que dejen de pedirles que cambien de horarios de despegue y aterrizaje para mantener sus frecuencias. O que un día decidan hacer algo honesto por el bien de la población del país y no de sus bolsillos… pero eso ya es una utopía.