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Dos de los tres gigantes aéreos de Estados Unidos como son United y Delta siguen acentuando su control sobre las principales aerolíneas latinoamericanas como Avianca, en el primer caso, y Aeroméxico, en el segundo, mientras American Airlines, el tercer gran grupo aéreo de la potencia norteamericana mantiene una estrecha relación con Latam Airlines, el mayor consorcio sudamericano de aviación.
United Airlines informaba este viernes mediante un comunicado que expulsaba a Germán Efromovich del control de Avianca obligándole a ser reemplazado como presidente de la Junta Directiva por Roberto Kriete, ante un incumplimiento de un millonario crédito, pese a que el primero ostenta más del 50 por ciento del capital y el nuevo líder designado cerca de un 20 por ciento (Avianca: Kriete promete mejorar el modo de gobierno de Efromovich).
«Llevar a cabo esta acción hace parte de nuestros derechos en el marco del acuerdo, los cuales fueron claramente explicados en nuestro contrato. Queremos resaltar que Avianca Holdings seguirá siendo una empresa independiente y continuará operando su propia aerolínea. De hecho, los acuerdos laborales de United no permiten que la organización controle otra aerolínea. Por lo tanto, no tenemos ni tendremos control sobre Avianca», dijo United, que negó por tanto controlar Avianca pese a haber decidido el cambio del presidente de su junta directiva.
Pero apenas en la víspera que se conociera esta decisión, Germán Efromovich declaraba a Blu que “United no tiene interés, por lo menos hoy manifestado, en asumir el control de Avianca, porque ellos tienen restricciones por las reglas y regulaciones que tienen allá, ellos no pueden ser propietarios de una empresa fuera de los Estados Unidos”, concluyó.
«Yo pedí un préstamo a United y deje como garantía el activo que tenía el grupo que son las acciones de Avianca, son 450 millones de dólares y tenemos 7 años para pagar”, explicó el accionista mayoritario de Avianca, poco antes de que United Airlines entregase a Kingsland el control, aunque no la propiedad, de ese paquete de acciones de la aerolínea colombiana.
United insistió que apoyan fuertemente el enfoque de Avianca en la implementación de su plan de transformación, por lo que United y Kingsland estarían dispuestos a ofrecer un nuevo financiamiento a Avianca, si lo requiere y lo solicita, de hasta 250 millones de dólares, siempre que ciertos compromisos sean asumidos por parte de otras partes interesadas (Ranking de aerolíneas – Dos latinas en el Top 10 y dos entre las peores).
Junto al control de United sobre Avianca, también Delta emprendió una ofensiva hace más de un trienio para alcanzar más del 40 por ciento del capital de Aeroméxico, y como mayor accionista destinó a varios ejecutivos de su grupo a distintos puestos de la mayor aerolínea mexicana, como vino revelando REPORTUR.mx.
La toma de control de Aeroméxico por parte de Delta hasta el máximo legal permitido de acciones supuso que la compañía aérea estadounidense se convirtiera junto a Avianca y a Latam en la tercera panamericana, entendiendo como tal una posición de dominio en varios mercados de la región, pues a su participación en la aerolínea mexicana cabe sumarle el 7 por ciento que ostenta de la brasileña Gol (Nombra Delta vicepresidente de Latinoamérica a Nicolás Ferri).
“Esta nueva inversión demuestra la confianza de Delta en el futuro de México y profundiza nuestra relación con Aeroméxico, consolidando el compromiso a largo plazo de Delta para con los clientes que servimos desde, hasta y a través de América Latina”, dijo en ese momento el primer ejecutivo de Delta, Ed Bastian (Aeroméxico y Delta celebran 33 rutas de México a Estados Unidos).
También en 2015 Delta firmaba con Aerolíneas Argentinas un acuerdo de código compartido, ya que ambas están integradas en la alianza SkyTeam, del mismo modo que la alianza Star Alliance que lidera United ha servido de puente para lograr el control de United, mientras también acentúa su colaboración con la panameña Copa (Delta se acerca a Aerolíneas Argentinas con código compartido).
El tercer gran gigante aéreo estadounidense, American Airlines, canaliza del mismo modo su poder en la región con acuerdos de negocios conjunto con el mayor consorcio regional que es Latam Airlines, de modo que solo iniciativas como las del Grupo Viva Air, muy ambiciosa en mercados como el colombiano, mexicano y peruano, son las únicas en tener un enfoque multilatino sin estar controladas por los gigantes aéreos de Norteamérica (Por qué busca Delta ser con Latam y Avianca la tercera panamericana).
