Norwegian ha tenido que idear un plan alternativo para poder reanudar sus vuelos transatlánticos desde Shannon a Nueva York (Stewart) y Boston (Providence), después de verse obligado a dejar en tierra sus aviones 737 MAX. Ahora, los clientes que reservaron vuelos para viajar a EEUU desde Shannon serán transportados en autocar hasta Dublín y los pasajeros que vuelen de Providence a Dublín serán llevados a Nueva York en autobús.
La ‘low cost’ noruega ha publicado sus planes para mitigar el impacto del 737 Max en sus rutas transatlánticas irlandesas. Por ello, obliga a sus pasajeros a recorrer un largo tramo en autobús para llegar bien a Dublín o a Nueva York para, posteriormente, ser trasladados en un Boeing 787 Dreamliner.
Esta medida alternativa estará vigente hasta el 11 de abril, momento en que la aerolínea prevé que se continuará con los servicios con normalidad. “Norwegian ha esta trabajando desde el veto al Boeing 737 Max para garantizar que los planes de viaje de nuestros clientes sigan sin apenas interrupciones”, ha declarado la compañía al respecto en un comunicado.
Norwegian ha anunciado este lunes que ya no venderá seis de sus Boeing 737-800 y que recurrirá al alquiler de aviones con tripulación (‘wet lease’) para evitar el máximo de cancelaciones, teniendo en cuenta que 18 de sus 737 Max están aparcados. Cabe recordar que la escandinava tenía entre sus planes deshacerse de parte de su flota antigua para lograr liquidez en medio de sus dificultades financieras (Norwegian: un inversor quiere quedarse con 18 aviones).
“La compañía ha decidido posponer potenciales ventas de 6 aviones Boeing 737-800 y usar la capacidad de los 787 Dreamliner disponibles en rutas muy solicitadas para añadir flexibilidad. Y está preparando un ‘wet leasing’ para cubrir el déficit de capacidad restante”, explica la compañía en un comunicado.
Para hacer frente a la crisis de los Boeing 737 Max, Norwegian se ha afanado en combinar vuelos y reasignar aeronaves dentro de su propia flota. Ha concentrado los cambios de horario en rutas de alta frecuencia para evitar molestias a los pasajeros y recurrido a la capacidad disponible que ofrece su flota de Boeing 787 Dreamliner, y lo seguirá haciendo en las próximas semanas, publica Expansión.
Norwegian ha tenido que dejar en tierra 18 737 Max de los 160 aviones de su flota. Un hecho que ha reavivado las dudas de los analistas sobre la capacidad financiera de la compañía para superar este nuevo contratiempo. Aunque otros expertos consideran que la ‘low cost’ tiene cimientos sólidos (Norwegian: la crisis de los 737 Max compromete su viabilidad).
Por su parte, la aerolínea insiste en que está bien posicionada para continuar captando nuevos clientes, además de que disponen de un plan de negocio sólido. No obstante, las dudas sobre su viabilidad persisten y también sobre el futuro del CEO Bjørn Kjos, de 72 años, tras la reciente dimisión del presidente Bjørn Kise (Turbulencias en Norwegian: el presidente anuncia que dimite).
Kjos dice que “yo ya hace tiempo que debí retirarme. Estoy en tiempo de descuento. Lo que ocurre es que mi salida no es sólo mi decisión”. En una entrevista con la televisión pública noruega, NRK, Kjos sugiere que sus días al frente de Norwegian, la aerolínea con problemas financieros, están contados.
La compañía, que ha tenido toda la mala suerte del mundo por sus problemas primero con los motores del 787 Dreamliner y ahora con los 737 Max, ha visto cómo el valor de las acciones se hundía tras la salida de IAG del capital del grupo sin que hasta ahora haya conseguido reponerse.