Seis pilotos han debido abortar el aterrizaje de sus aviones debido a los fuertes vientos que el 27 de enero pasado afectaron al aeropuerto de Manchester en Inglaterra.
Vuelos de Lufthansa, Jet2, Easyjet y Centreline sufrieron los vientos del noreste que alcanzaron hasta los 38 nudos. Los vuelos que sí pudieron aterrizar lo hicieron con vientos cruzados de 90 nudos y viento de cola.