Un brusco aterrizaje en la capital de Ecuador de un vuelo de Iberia que cubría la ruta Madrid-Quito el pasado viernes 10 de agosto provocó que una rueda del macroavión Airbus A340-600 estallara en la pista 18 del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, también denominado Tababela.
Iberia transportó a sus pasajeros de vuelta en distintos y sucesivos vuelos de regreso a España a partir del pasado sábado, tras un aterrizaje brusco que se saldó sin más incidentes que los materiales del espectacular estallido de uno de los neumáticos del avión.
El Airbus A340-600 de la aerolínea española realizaba el vuelo IB-6453 desde Madrid a Quito. Usuarios señalaron al viento como el culpable del incidente.
Iberia, como reveló REPORTUR.co, disparó su ocupación en julio en 3,1 puntos porcentuales hasta llegar al 88,4 por ciento, una cifra muy elevada para una aerolínea tradicional, que extrae el grueso de su rentabilidad de los asientos en clase ‘business’ de largo radio, a diferencia de las low cost que operan en el corto radio y que necesitan un “load factor” de más del 90 por ciento para dar beneficios (Iberia dispara su ocupación en julio tres puntos hasta el 88,4%).