La fuerte devaluación del peso argentino, que solo desde principio de mayo acumula una pérdida de 40%, y la incertidumbre por la alta volatilidad, provocaron una caída en la demanda de viajes al exterior según publica El Cronista (Argentina: más anticipación y pago en cuotas en la compra de viajes).
En el primer trimestre, las agencias registraban un alza de 20% con respecto al mismo período de 2017. En abril, ese crecimiento se desaceleró y ya en mayo, con la corrida del cambiaria las ventas se contrajeron sin muestra de que repunten en breve.
Si bien los aeropuertos registran egresos sostenidos y de altas cifras, es efecto de que esos pasajes se han comprado con antelación, previendo una suba del dólar o simplemente como ya se hacía costumbre de pagar en cuotas intentando licuar la inflación.
A propósito de las cuotas, en este contexto la suba de tasas también complica la financiación de los viajes; hay una menor oferta de pagos en cuotas y, en su mayoría, incluyen intereses.
El costo de viajar fuera del país creció al ritmo del dólar, ya que el valor de hoteles y pasajes cotizan en esa moneda. Por lo tanto, en un mes y medio cuesta un 40% más las vacaciones fuera del país, incluso a países de la región en los que hoy las monedas resultan notablemente más caras. Desde enero, la cotización del dólar acumula un alza de 53%.
Los viajes de cabotaje, que crecían fuerte en el primer trimestre, tampoco están a salvo. A pesar de que los aéreos aún no ajustaron precios por el dólar, la demanda se retrajo como en otros rubros de la economía, ya que ante un clima de incertidumbre la gente prefiere guardar el dinero y no gastar, explicaron desde las agencias.