Encarna Piñero, nueva CEO del Grupo Piñero, representa el paso adelante en el proyecto del conglomerado de Bahía Príncipe y Soltour, y completa las grandes sucesiones turísticas culminando el relevo tranquilo en las principales empresas del Sector que se ha venido produciendo de forma natural en el último año con otros miembros de su generación asumiendo el mando de los gigantes nacionales de la industria, como desgrana esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Encarna Piñero fue nombrada a final de julio como primera ejecutiva del Grupo Piñero, tras una carrera que desde que terminó sus estudios siempre ha discurrido en la empresa fundada por su padre y que hoy es una de las grandes del turismo español como la hotelera con más habitaciones en Dominicana y la que tiene el mayor complejo vacacional de todo México.
En los últimos diez años ha venido ejerciendo como vicepresidenta del conglomerado y desde los últimos cinco con la certeza de que sería la heredera al mando de la gestión, de modo que el paso dado es una garantía de continuidad en el proyecto impulsado por Pablo Piñero, fallecido el pasado 1 de septiembre.
La elección de Encarna Piñero supuso la culminación de las grandes sucesiones turísticas, que en los últimos tiempos han protagonizado las designaciones de Gabriel Escarrer Jaume en Meliá, Abel Matutes Prats en Palladium, Sabina Fluxá en Iberostar o Javier Hidalgo en Globalia.
Encarna Piñero también era reconocida por la industria como la heredera natural de su grupo, tras una década con la mayor responsabilidad ejecutiva por debajo de su padre, en un periodo en el que ha formado un tándem con sus hermanas repartiéndose las principales áreas del conglomerado.
Las Piñero-García Lorca han hecho piña en torno al liderazgo de su hermana mayor y han facilitado la sensación de equipo que transmite el gran grupo turístico que posiblemente más cariño despierte entre el Sector por su simpatía, naturalidad, humildad y cercanía.
Este intangible de apoyo de la industria le será de gran valor a la heredera ahora que tiene que afrontar la lucha de sacar adelante a un conglomerado tan internacionalizado, que es uno de los que cuenta con mejores ratios de rentabilidad gracias a la visión, constancia y sagacidad de Pablo Piñero, que fue exigente con sus hijas y en especial con la mayor, y gracias a ello también ha acabado curtiéndose más que otros grandes heredero del turismo español.
Encarna Piñero ha demostrado durante su trayectoria como vicepresidenta iniciativa y modernidad, al liderar la creación de proyectos en el seno de su conglomerado, como Coming2, representando un caso casi excepcional de heredera que emprende con éxito una plataforma digital más enfocada al cliente de hoy.
Este proyecto también se ha enmarcado en el apoyo a las agencias de viajes, que ha sido siempre santo y seña del Grupo Piñero hasta el extremo de ser posiblemente el gran conglomerado que más ha creído sobre todo en las minoristas independientes, y que le ha valido el reconocimiento de las agencias españolas a su fundador.
Hoy, Encarna Piñero lidera uno de los mayores legados empresariales de todo el panorama turístico español y caribeño, lo que le da margen para poder atreverse con iniciativas que sigan modernizando el grupo que tiene entre sus virtudes la especialización.
En una reciente entrevista, el Grupo declaraba que su estrategia era clara y definida a diferencia de otros gigantes nacionales: “Ni Bolsa, ni Asia, ni urbano; Caribe”, decidiendo profundizar con un producto con el que han dado con la tecla y al que aún se le augura margen de crecimiento ante el potencial de sus grandes mercados.
Encarna Piñero está plenamente comprometida con esta región y el proyecto de su empresa donde no dejan de crecer, mientras se ha ahorrado la patata caliente y compleja que hubiera podido ser siempre la presencia en Cuba sin un modelo patrimonialista con el que buscan entrar en otros países y que tan bien les ha funcionado, con unos 800 millones de ingresos el pasado año y un ebitda de 200 millones.