La aviación mundial está afrontando un nuevo paso histórico con la consolidación irreversible del largo radio a bajo coste, conocido en el gremio como long-haul low cost. Todos los ojos estuvieron puestos en ver cómo salía la apuesta de Norwegian, y al ver que funcionaba, esta vez las grandes aerolíneas no dejaron que les pasará como cuando se expandieron Ryanair o EasyJet, a las que despreciaron de inicio en un error estratégico que les salió carísimo.
Hoy, las apuestas de IAG con Level, de Air France con Boost, y de Lufthansa con Eurowings ponen de evidencia que este nuevo modelo es imparable, y que va a transformar la forma de viajar tal y como la conocemos. Y esta medida amenaza con afectar a los que parecían los grandes triunfadores en la industria aérea, las grandes compañías aéreas del Golfo como Emirates, Qatar y Eithad, que tendrán complicado competir con vuelos directos a precios similarmente bajos.
El presidente de Iberia dice que la nueva Level va a un mercado nuevo, distinto, y eso es verdad, pero también lo es en parte que es imposible que no robe clientes a las actuales aerolíneas clásicas, cuando el consumidor no ha tenido más alternativas.
El low cost de largo radio afectará a la forma de comercializar viajes, pues la larga distancia está ahora más cerca de la venta directa, con lo que la intermediación afronta un nuevo desafío, mientras el emblema del bajo coste, Ryanair, se lanza a ofertar el largo radio aliada, quién lo iba a decir, a Air Europa.