También en la industria turística, China busca capitalizar para sus empresas locales el enorme tamaño y crecimiento de su mercado. El gigante asiático ya lo está logrando sobre todo en el sector tecnológico, con su propio Google —Baidu—, su propia red social —Weibo—, o su propio Amazon —Alibaba—. Ahora avanza en la misma dirección con su mayor agencia online, Ctrip, como desgrana esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Hace unas semanas, Ctrip anunciaba la compra de Skyscanner por unos 1.600 millones de euros. Era el último de una serie de movimientos de expansión de esa OTA, cuyo crecimiento iba paralelo al auge de la media clase china y su apetito por viajar. Pero ahora ampliaba su foco y extendía su mercado desde un ámbito más nacional a uno más claramente global.
Ctrip aseguró que mantendrá al equipo gestor del metabuscador escocés para que siga llevando la web de forma independiente. No obstante, tras comunicar el acuerdo, ambas empresas ensalzaban la sinergia que surgiría de su integración, pues ambas agrandaban sus mercados y entraban en nichos complementarios, siguiendo lo que habían hecho los otros dos gigantes online del planeta, Priceline —matriz de Booking.com—, y Expedia.
Priceline —que también tiene alrededor de un 15 por ciento de Ctrip— alberga entre sus participadas al mayor metabuscador del mundo, Kayak.com, con 32 millones de visitas el pasado octubre, mientras Expedia cuenta con Trivago, que sumó alrededor de 22 millones de visitas el pasado septiembre. Skyscanner, de su lado, registró también cerca de 22 millones de visitas en octubre, al tiempo que su nuevo dueño chino tuvo 38 millones de visitas ese mes.
Así, con las integraciones de OTAs con metabuscadores se consigue por ejemplo que los segundos puedan aumentar su rentabilidad gracias a poder colocarle a sus clientes productos complementarios más allá del billetaje aéreo, tales como seguros de viajes o rent a cars.
AMBICIÓN. Ctrip fue fundada en Shanghai en 1999 y rápidamente se convirtió en la mayor agencia china para viajes tanto internos como al extranjero. Cuatro años después de nacer, la empresa salió a Bolsa en Estados Unidos, cerrando sus títulos el día de su debut bursátil con un alza del 88 por ciento, lo que supuso la mayor subida en tres años registrada en el primer día de cotización en el parqué.
Su facturación anual en el último ejercicio completo disponible, el de 2015, fue de 1.700 millones de dólares, creciendo un 48 por ciento interanual. El beneficio neto ese año quedó en 387 millones de dólares. Priceline, con 9.200 millones de dólares ingresos en 2015 y 2.550 millones de beneficio, fue la mayor minorista del mundo por encima de Expedia, cuyas ventas ese año rondaron los 6.600 millones con ganancias de 764 millones.
Ctrip también se había convertido hace más de un año en el mayor accionista de su competidor chino, Qunar, aunque poco después esa empresa fue comprada por el capital riesgo Ocean Management, quedándose el gigante ahora dueño de Skyscanner con una participación minoritaria.
Ctrip, además, posee otra pequeña participación en China Eastern Airlines, y hace un par de meses firmó un acuerdo de colaboración con tres touroperadores estadounidenses para proveer servicios a los turistas chinos, en el que es el mercado que más crece en términos de cantidad de personas.
MERCADO. El emisor chino hacia el extranjero en 2015 fue de unos 120 millones de viajeros, según el China Tourism Research Institute, tras un crecimiento del 12 por ciento respecto a un año antes. Ese año el gasto que hicieron en el exterior fue de unos 250.000 millones de dólares, mientras Goldman Sachs pronostica que para 2025 esa cifra crecerá hasta 450.000 millones, casi el doble.
El mercado turístico chino goza por tanto de inmejorables perspectivas, apoyadas por el creciente número de ciudadanos que pueden permitirse viajar fuera de su país, así como por la relajación de las restricciones en los visados, y el establecimiento de nuevas rutas aéreas internacionales desde ciudades chinas.
Los 10 mayores destinos extranjeros para el viajero chino en el primer semestre de 2015 fueron Corea del Sur, Taiwan, Japón, Hong Kong, Tailandia, Francia, Italia, Suiza, Macao y Alemania. Tras los atentados terroristas del pasado 2016 en Europa, los destinos del Viejo Continente desaparecieron del Top 7 y en su lugar creció con fuerza para su larga distancia el de Estados Unidos.
Las mujeres supusieron en el primer semestre del pasado año el 58 de los viajeros chinos que salieron al exterior, mientras que los menores de 39 años representaron el 44 por ciento del total de personas que viajaron fuera de su país, con cerca de la mitad del total que se acogió al viaje organizado sobre todo porque para muchos un viaje al extranjero es su primera experiencia fuera de China.
GIGANTES. Ante tal volumen y tales perspectivas, las empresas chinas están buscando quedarse con los beneficios del movimiento de sus conciudadanos por el mundo. La ofensiva en los dos últimos años especialmente ha sido muy fuerte en los distintos eslabones de la cadena turística, desde la hotelería a la oferta complementaria y la touroperación tradicional.
El último gran movimiento en este sentido fue el del pasado octubre por parte de HNA, que tras haber entrado en NH y en Carslon anunció la compra del 25 por ciento de Hilton a Blackstone por 6.500 millones de dólares, con lo que se convertía en el mayor accionista de la emblemática cadena estadounidense.
Los también chinos de Angbang estuvieron asimismo a punto de haber dado la campanada el pasado año con la fuerte oferta que hicieron para comprar Starwood, que finalmente cayó a manos de Marriott, pero que constataba la firme decisión estratégica del capital chino de hacerse un fuerte hueco en la industria hotelera global.
El pasado febrero, también Jin Jiang, socia de Meliá, amplió al 15 por ciento su participación en la francesa Accor, convirtiéndose en su segundo mayor accionista, después de haber comprado un año antes a la también francesa Louvre Hotels Group, mientras otra emblemática cadena de ese país, Club Med, había pasado a manos de otro conglomerado chino, Fosun, a su vez accionista de referencia de Thomas Cook.
AMÉRICA. Además de Francia o Reino Unido, también el capitalismo chino está tratando de hacerse fuerte en el turismo del continente americano, con ofensivas tanto en ambos lados del hemisferio. En firme cabe destacar la entrada de HNA con el 24 por ciento de las acciones de la aerolínea brasileña Azul, la tercera del país. Como pretensiones cabe mencionar el interés de ese mismo holding por Avianca, aunque la operación no cristalizó.
Latinoamérica parece ahora un destino más atractivo para la inversión china, ante la política más aislacionista del presidente Donald Trump, especialmente agresiva en su lenguaje sobre los mejicanos y demás miembros de la comunidad hispana. La revista británica The Economist, considerada como la más prestigiosa del mundo, publicó al respecto una viñeta en la que se veía a Trump construyendo un muro con México mientras el presidente chino cruzaba un puente de plata sobre el Pacífico que desembarcaba en Sudamérica.
La inversión china en América puede verse más paralizada, eso sí, en Estados Unidos. Empresas del gigante asiático llegaron a la final del proceso de venta de Apple Leisure Group, el mayor conglomerado vertical turístico de la primera potencia mundial, que integra a la hotelera AMResorts, que junto a Meliá y Riu es la que tiene más camas en el Caribe. Pero el agresivo discurso de Trump no contribuye a facilitar un clima que favorezca operaciones de este tipo.
En cualquier caso, China demuestra querer ser un actor relevante en el mercado turístico global. Busca acercarse al dominio que históricamente ha tenido Estados Unidos. China se apoya en empresas locales que han crecido mucho en su mercado interno, y con el volumen adquirido se han lanzado a comprar grandes empresas de otros países. El mercado emisor chino al extranjero ya casi dobla en cifra de viajeros al estadounidense —que fue de 74 millones en 2015—, y el gigante asiático busca capitalizar este volumen.
Alitrip desafía el dominio de Ctrip
Alitrip, la OTA del gigante Alibaba, se ha marcado como objetivo para finales de 2017 superar a Ctrip como la mayor agencia online china, que hace un año tenía casi la mitad del mercado. Alitrip querría superar primero a eLong y luego a a Qunar, para en un año llegar a la cima del gigante asiático.
Ctrip y Alitrip mantienen una enconada lucha que les ha llevado a bloquearse mutuamente. Ctrip impidió el acceso a Alitrip a su inventario hotelero, mientras la matriz de ésta dejó de usar la plataforma de business travel de su rival.
El mayor accionista de Ctrip, con cerca de un 25 de las acciones, es Baidu, el Google chino, que se considera un gran competidor de Alibaba. Su entrada en el capital de la OTA fue hace más de un año, cuando poco antes, en 2014, Alibaba acababa de lanzar Alitrip.
Cuando Alitrip comenzó a funcionar declaró que su objetivo era “ganar en una poblada industria turística online dominada por el rival Ctrop”. Alibaba quería aprovechar para lograr su meta que tiene un sistema de pago muy popular en China, Alipay, y que su cifra de clientes en ese país es de 368 millones, más que toda la población estadounidense.
Ctrip, que menos de dos meses nombró a Jane Sun como nuevo CEO, tiene que afrontar también la competencia de Airbnb, que tras llegar a acuerdos con las principales ciudades cinas, también tiene en su punto de mira a la web Xiaozhu, que es la más popular de su país en la misma actividad a la que se dedica Airbnb.