Isela Costantini, presidenta de Aerolíneas Argentinas, en los próximos días trazará un balance público del primer semestre 2016 que posiblemente confirmarálos números operativos esperados y matices en cuanto al flujo de caja de la empresa aerocomercial del estado.
El ajuste en costos, la optimización de recursos y la flota de 79 aviones en uso permitió a la empresa llegar a una ocupación promedio del 73%, con sus 300 vuelos diarios, entre internacionales y domésticos.
Con una redefinición del esquema, sacando, reconfigurando y agregando rutas; entre lo más reciente, el vuelo directo a Puerto Seguro que se inaugura en septiembre próximo, las frecuencias Córdoba – Río Cuarto – Aeroparque (que saldrá con un precio promocional más competitivo que el transporte terrestre) y la conexiones directas Córdoba-Resistencia. (AR busca potenciar a Córdoba con más salidas y arribos)
Para Costantini la situación de la empresa ha mejorado notablemente, pero las tareas de optimización de números es un objetivo constante; de ahí el movimiento incesante de revisión de rutas y los períodos de prueba de los nuevos destinos para constatar la viabilidad o no de la tan embanderada conectividad y descentralización. Que se vería más patente aún en caso de que la llegada de las low cost sean una realidad cercana.