Miguel Fluxá, presidente del Grupo Iberostar, afronta estos días una expansión mundial de su hotelera en paralelo a que ha impulsado la creación de Almundo, un gigante emisor en América Latina, adaptado a los nuevos hábitos de consumo tanto para el cliente final como para los intermediario, como desgrana este medio en su sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Fue hace unos meses cuando se hacía público algo que ya sabían muchos en mundillo turístico: que Iberostar controlaba junto a Juan Pablo Lafosse la pujante agencia argentina Almundo, antigua Asatej, con la que estaba implantándose en 18 países de la región (Lafosse conserva el 25% de Almundo e Iberostar el otro 75%).
El grupo de Miguel Fluxá, con el 75 por ciento del capital, supervisaba el desarrollo de esta agencia tanto en su vertiente online sobre todo pero también mediante su B2B, lo que conformaba un emisor adaptado a los nuevos tiempos, con la parte minorista completamente online, y la parte mayorista con el formato de banco de camas y no como el touroperador clásico.
La noticia suponía la vuelta oficial a la actividad emisora de la familia mallorquina, casi una década después de su salida de este negocio, con la venta a Carlyle de lo que pasó a llamarse Orizonia, cuyo buque insignia era la emblemática Viajes Iberia, fundada en los años cincuenta por su padre Lorenzo Fluxá Figuerola.
No obstante, el reciente retorno a la intermediación del Grupo Iberostar había comenzado a gestarse años atrás en la cabeza del más carismático de los grandes del turismo vacacional, y el más querido por sus pares (Por qué Miguel Fluxá es el “grande” más querido).
Fluxá veía que en América Latina existía una oportunidad para desarrollar un gigante emisor. Ninguno de los tres grandes gigantes turísticos, como Tui, Thomas Cook y Apple Leisure Group, había desembarcado todavía en el subcontinente, mientras el crecimiento de sus economías hacía florecer una clases medias sedientas de viajar como vienen apreciando desde hace un tiempo los hoteleros presentes en el Caribe (Los emisores españoles, también a la conquista de América Latina).
Era el momento. Aprovechando su conocimiento del negocio emisor, decidieron lanzarse a montar un emisor ambicioso en la región, con el apoyo de socios locales. Sin una inversión ni un riesgo demasiado alto, podía crearse un gigante similar al conseguido por Despegar.com, como también pretenden las mexicanas Price Travel pero sobre todo BestDay.
El proyecto parecía claramente sinérgico con su división hotelera, pues entre los grandes presentes en el Caribe, casi todas las cadenas también cuentan con un emisor en el mismo grupo –con la única excepción de Meliá–, pues Riu tiene a la Tui y Sunwing; AMResorts a Apple Vacations; Barceló a B The Travel brand; Piñero a Soltour, o Matutes a Globalia (Los gigantes del vacacional se vuelven aún más verticales).
Ello se debe a que el modelo de comercialización vacacional resulta menos afectado por la venta directa. Los hoteles urbanos, con estancias medias más cortas y más opciones de vuelos regulares, vienen prescindiendo de las mayoristas, con el auge de Booking y Expedia, pero al turismo de resort se le augura la necesidad de plazas aéreas charter y la compra masiva de habitaciones para conseguir mejores precios. Y junto a lo expuesto, la tendencia creciente del cliente final de resorts es hacer su reserva mediante una OTA, motivo por el que gigantes como Apple han hecho adquisiciones millonarias en este sentido –Cheapcaribbean.com o Travel Impressions–.
Pero esta vuelta a sus orígenes, que está siendo especialmente ilusionante para Fluxá, no es el único campo ambicioso de expansión, pues su hotelera se encuentra en uno de sus momentos de mayor actividad, tanto con sus establecimientos recientemente firmados, como los que espera a medio plazo, después de haber lanzado hace un lustro su línea urbana.
En este sentido, los últimos proyectos de Madrid y Barcelona en las mejores zonas de la ciudad fueron una muestra de determinación en su apuesta por el turismo de ciudad, pese a que en la capital catalana la apertura ha quedado aplazada con la medida de la alcaldesa Ada Colau de la moratoria. Aunque España es apenas una parte de los extensos horizontes que contemplan.
El Grupo Iberostar analiza llegar con su hotelera a nuevas latitudes como Estados Unidos y el Golfo Pérsico, además de a destinos de América Latina como Buenos Aires o Colombia, sin contar su último desembarco en una de las islas más en boga del Caribe, Aruba, mientras punto también prioritario para el grupo es Cuba, donde buscan crecer tanto en el urbano como en el vacacional (Fluxá apuesta por Cuba con el nuevo Iberostar Playa Pilar).
En paralelo a ello, el conglomerado se ha reforzado con la incorporación de Enric Noguer, con claro enfoque en América Latina, donde desde Miami ha desarrollado su carrera en los últimos tiempos en la vicepresidencia de Hotelbeds para la región (Enric Noguer, nuevo director de Grupo Iberostar para América).
En suma, el Grupo Iberostar está viviendo un momento de hiperactividad, decidido a aprovechar sin límite las oportunidades que presentan los mercados turísticos de todo el mundo, en los distintos eslabones de la cadena turística, con una ambición que retrotrae a otras épocas puntuales de la empresa, cuando inició su desembarco hotelero en el Caribe o cuando acentuó su área de touroperadores en los tiempos de Subías.