Recientemente, como publicó REPORTUR, la directora general de la American Hotel & Lodging Association, Katherine Lugar, criticó que, de llevarse a cabo la propuesta de fusión de Expedia y Orbitz, subirían los precios para los turistas mientras los propietarios de hoteles afrontarían comisiones mayores, puesto que Expedia y su rival Booking.com tendrían control del 95% de las agencias online en Estados Unidos.
El asunto, como desgrana ahora REPORTUR dentro de su sección Fin de semana de Análisis, también preocupa en América Latina. En Colombia, el gremio hotelero del país, Cotelco, prendió las alarmas por las altas comisiones de las OTAs, pues consideran que abusan con los altos porcentajes que cobran, llegando en algunos casos hasta el 30% de los ingresos en ventas, pese a que reconocen que este canal les está representando hasta el 50% de sus ventas, pero que a su vez no les permite ser rentables.
Aunque estas comisiones son negociables y dependen de la posición que quiera tener el hotel dentro de la página de la OTA, el gremio opina que las citadas cuotas son cada vez más altas, ya que se iniciaron con tarifas del 10% en promedio y en menos de un año algunas ya van en el 30% de comisión.
En Argentina, también el gremio de los agentes de viajes se quejaron de la diferencia de tarifas hoteleras de los sistemas de reserva directa, especialmente de Booking, pues las tarifas que ofrecen al pasajero final son en muchos casos insuperables y mucho mejores que los cotizadores de hoteles de las mayoristas del país.
Incluso en Cancún, el mayor destino vacacional del continente, dentro de un nicho tradicional de venta por paquetización, ya en 2013 las agencias online supusieron el 45% de los ingresos para los hoteles de la zona, creciendo enormemente respecto a lo que representaban hace 4 años, el 20 por ciento, con lo que ahora casi una de cada dos reservas llega a Cancún vía las OTAs frente a una de cada cinco en 2009.
Las OTAs, en un primer momento, dieron un respiro a los hoteleros frente a los touroperadores. Luis Falcón, consultor y propietario de Intelligent Atlas, recordó en un pasado artículo publicado en este medio que agencias online como Booking hizo que quedaran fueran quienes cobraran directamente a sus clientes y no al revés, como se venía haciendo, pero en pocos años, los hoteleros fueron adquiriendo una cierta dependencia de las online, aunque “no creo que en ningún caso sobrepase el 30 por ciento de reservas de ningún hotel o cadena”.
El digital líder de Noticias de Turismo en España, preferente.com, ya detalló que la compra de Travelocity y Orbitz por parte de Expedia en un breve lapso de tiempo revela el diferente enfoque que tiene de Priceline —matriz de Booking.com— en su estrategia para seguir dominando el mercado de reservas, pues mientras una crece en su nicho, la otra lo hace verticalmente.
Expedia, con sus dos últimas adquisiciones, iba a adelantar a Priceline como la mayor OTA del mundo medido en reservas globales, mientras la matriz de Booking.com, de su lado, no se enfoca tanto a ganar cuota sino a crecer más despacio pero con empresas que complementen su negocio principal, como hizo con OpenTable —dedicada a las reservas en restaurantes—, del metabuscador Kayak, o también hace no mucho de Buuteeq —especializada en el marketing hotelero—.
La matriz de Booking.com también invirtió el pasado año unos 500 millones de dólares en Ctrip, la mayor OTA china, al tiempo que Expedia, con sus recientes adquisiciones, podría controlar entre dos tercios y tres cuartos de todas las reservas que se hacen desde una online en Estados Unidos. Cabe recordar que la comisión media de Expedia fue del 11 por ciento, frente al 17 por ciento de Booking.com.
El pasado marzo, este medio revelaba que Expedia también entraba en Despegar pagando 270 millones de dólares por en torno al 20% de la agencia online argentina, lo que supondría valorarla por encima de los 1.300 millones de dólares, y Despegar seguiría controlada por Tiger Global, también accionista aunque minoritario de otras OTAs latinas como Bestday o Atrápalo.
Expedia cuenta con una cartera de marcas que incluye además a Expedia.com, con sitios específicos para 31 países; Hotels.com, especialista en hoteles con sitios específicos en más de 60 países; Hotwire, un sitio para descuentos en viajes que ofrece ofertas en 12 países por toda América del Norte, Europa y Asia; Travelocity, en EE. UU. y Canadá; Egencia, para viajes corporativos; eLong, proveedor de servicios móviles y de viajes online en China; Venere.com, especialista para reservas hoteleras online en Europa; y Trivago, compañía de metabúsquedas online de servicios de hotelería con presencia en 49 países.
Con ello, la pregunta que se hace el sector turístico es si nos encaminamos inevitablemente hacia un escenario en el que Expedia y Booking, con sus millonarios beneficios anuales a gran diferencia del resto, acaben absorbiendo a todas las OTAs para acabar dominando junto a Airbnb la reserva online de alojamientos.
De un lado, hay quienes opinan que particularmente en América Latina nos encontramos en un mercado en clara expansión donde hay sitio para nuevos jugadores como se ha demostrado en Colombia, donde se está viviendo un ‘boom’ de nuevas agencias online, desde la creada por On Vacation, con el nombre de viajepormenos, a los proyectos de la mexicana Pricetravel, que compraba lostiquetesmasbaratos, o de la también mexicana Bestday, que está logrando un rápido desarrollo en Colombia, mientras la argentina Almundo, propiedad de Iberostar, hacía también su desembarco en el país con un fichaje estrella como el de la Country Manager de Despegar.com, María Eugenia Oriani, en paralelo a otras enseñas como Viajala, y los proyectos como el de Muchoviaje o en México el de Logitravel.
De hecho, el CEO de Bestday, Christian Kremers, en entrevista con este medio, apuntaba «que a las empresas anglosajonas, no solo Expedia, también otras, se les atraganta un poco el mercado latino», lo que convertía a la región en «la excepción porque son y por mucho, los líderes en el resto del mundo, incluida Asia».
En contra también del argumento de que Expedia y Booking puedan acabar absorbiendo a casi todas las OTAs existe el razonamiento de que los hoteleros, para evitar ser presos de un duopolio, deben dar prioridad a agencias con suficiente volumen e implantación regional, como es el caso hoy en día por ejemplo de Bestday en América Latina, Logitravel en España y Europa, o Destinia también en esa zona y en Oriente Medio.
El resto de agencias online con un tamaño más mediano y especializadas en los vuelos, en cambio, sí quedarían expuestas a mayores riesgos del mercado, puesto que con sus bajas rentabilidades les sería imposible competir en inversión tecnológica y publicitaria con los citados gigantes, dejándolas abocadas a medio plazo a una venta a uno de ellos como alternativa al cierre.
La especialización, la exclusividad de producto o la paquetización son otras de las fórmulas con las que las OTAs grandes pueden seguir diferenciándose y evitar que Booking y Expedia se hagan con todo el mercado, así como apostando por la verticalización, ya sea en el campo del transporte terrestre o en el del alojamiento, de forma que en el futuro se aprecia inevitable que a medio los dos gigantes norteamericanos sigan engullendo agencias, pero, con un buen uso de sus armas, las menos grandes eviten que ambas no se queden con absolutamente todo el mercado, lo que nunca sería positivo para el interés general pese a que los fundamentos económicos del capitalismo favorecen estos movimientos, y los controles a las carencias de competencia en los mercados solo existen a nivel estatal o regional, en un sector globalizado como es el digital de la intermediación en los viajes.