El auge enorme que en los dos últimos años sobre todo ha experimentado el alquiler por días de casas particulares va a obligar a reinventarse a los hoteles, para diferenciarse de la mera cama que también está en la mano de un piso ofertar. El efecto de que las agencias se vayan sumando a la venta de este tipo de producto amenaza con convertirse en un fenómeno turístico capaz de marcar un antes y un después en la industria.
“Las agencias estaremos donde nos lleve la demanda, y si el cliente nos pide alojarse en casas particulares, tendremos que hacerlo”. Así se pronuncia a este medio una de las voces más autorizadas de la intermediación turística.
“Parece inevitable que con lo que estamos viendo, crezcan los clientes que nos piden alquileres en lugar de hoteles”, sentencia la citada fuente. De hecho, apunta a que ya desde hace tiempo las agencias lo vienen haciendo, aunque en proporciones más pequeñas.
Airbnb, la referente en la comercialización de casas particulares, se mostró esta semana abierta por primera vez a las ideas de cómo trabajar con las agencias de viajes, a las que hasta hace unos meses descartaba como partners, pues entendía que no ofrecían un valor añadido a su modelo de negocio y lo único que hacían era añadir un intermediario más a la cadena.
Para representantes asociativos de las agencias, “es inevitable que las agencias minoristas tradicionales acaben comercializando casas particulares para vacaciones”. “Lo que vemos por otro lado, es que las que salen son plataformas online que venden ese producto, que puede ser demandado cada vez más”, apostillan.
“A las minoristas hay clientes que nos piden ir a cualquier ciudad del mundo y hay muchos productos de garantía. Nosotros tenemos el deber de ofrecerlo”, reitera. “Me consta ya que hay agencias que lo están haciendo y no le veo problema, siempre y cuando sea con garantías de legalidad”, agregan.
Otras fuentes consultadas por REPORTUR aseguran que el negocio no estará en las minoristas de calle, sino que serán las OTAs las que darán el gran salto, si disponen de una plataforma avanzada en tecnología. “Es muy posible que compañías como Booking encuentren su próximo filón en el alquiler vacacional, sobre todo cuando los nudos legales se hayan desenredado”.
El sector hotelero, así, parece afrontar un punto de inflexión en su historia. La multiplicación de la oferta con la entrada de las viviendas particulares ha depreciado el valor de una cama. El pasado 2014 supuso un antes y un después con el boom que experimentaron páginas como ‘Airbnb’. Lo lógico es que esta tendencia siga creciendo, con lo que la hotelería, para sobrevivir, está obligada a ofrecer algo más que un colchón y un techo.
Este vuelco del mercado no es algo totalmente nuevo, y la hotelería, o los más visionarios del gremio, llevan algo de tiempo tratando de adelantarse a la nueva demanda, entendiendo que van a tener muy difícil competir y ganar dinero si su producto es simplemente una cama, y para ello es necesario convertir al establecimiento en una experiencia, como si fuera un atractivo turístico más del destino, como ya reveló REPORTUR a sus lectores dentro de su sección Fin de semana de Análisis.
Un pequeño embrión de esta tendencia fue la segmentación hotelera por grupos de personas con intereses similares, como jubilados, solteros, familias o solo parejas sin hijos, pero las cadenas se han visto obligadas a ir más allá y a potenciar marcas con atributos muy originales en paralelo a que grandes enseñas de consumo —Lego, Hard Rock, Nobu, Paramount, Baccarat, Virgin, Harrods, Vueling…— también han entrado en la industria hotelera con establecimientos propios.
Extremar la especialización en nichos es una de las formas que los gigantes hoteleros están respondiendo al nuevo escenario, y casi todas las cadenas anglosajonas llevan dos años de intensa actividad lanzando nuevas marcas. Hilton lanzó en 2014 las enseñas Curio y Canopy; IHG ese mismo año Kimpton y Even; Marriott, también el pasado ejercicio Moxy y Protea, mientras Hyatt ponía en marcha Zilara y Ziva, y Carlson hacia lo propio con Quorvus, siguiendo a otros lanzamientos de años antes como MGallery y F1 de Accor, o Gaylord de Marriott.
El caso es que si las casas vacacionales cumplen la ley, nadie puede impedir a las minoristas comercializar el producto que está a caballo entre el sector inmobiliario y el turístico. Una cosa si está clara, “el alquiler vacacional se ha desarrollado al calor de internet”, según han afirmado fuentes del sector hotelero, y solo las empresas con una base tecnológica sólida están saboreando el éxito de esta actividad.
Es el ejemplo de la americana Airbnb o Homeaway, a las que se unió recientemente Be Mate, esta vez de la mano de un hotelero, Kike Sarasola, que en contra de las voces del sector al que pertenece, quien ha decidido unirse al enemigo, en vez de luchar contra él. Eso sí, con novedades en su producto.
Las mismas fuentes hoteleras indican que “nadie va a una agencia física a que le aconsejen sobre un piso en París. Esto se busca en casa, en el ordenador”. Eso no quita que una minorista pueda desarrollar un portal especializado en este servicio, pero “si espera a que los clientes entren por la puerta de su agencia, no lo harán”. El tipo de cliente del producto de alquiler vacacional es joven, hasta 35 o 40 años, “¿pregúntale a un chico de entre 25 y 35 años si ha entrado alguna vez a una agencia de viajes?”.
Para un alto directivo de la intermediación turística, “en mi opinión, las agencias acabarán vendiendo pisos vacacionales sólo si se producen dos factores. Por un lado, si esta tendencia creciente actual se mantiene y se convierte en una realidad habitual y, por otro lado, si este tipo de pisos vacacionales acaban revistiéndose de legalidad. Para ello, los legisladores deberán buscar fórmulas para que estos pisos no sean una competencia desleal para nuestras empresas hoteleras”, expone Ignacio Soler.
“El papel del agente de viajes como distribuidor es responder a las necesidades de nuestros clientes y ofrecerles siempre un servicio con garantías. De este modo, creo que los agentes no podemos estar de espaldas a este tipo de realidad y estar muy atentos a las novedades que se vayan produciendo. Por otro lado está el tema de la responsabilidad. En el mundo de los viajes, la responsabilidad de los productos y servicios vendidos recae de forma muy importante sobre la agencia y debemos ser muy cautos a la hora de ponernos en marcha con este tipo de producto”, agregó el citado ejecutivo.
A su juicio, “en el mundo de los viajes no se deben poner puertas al campo. Hace apenas tres años, los proveedores se lanzaron a la venta directa, algunos de ellos, compañías hoteleras. Previamente, las compañías aéreas eliminaron las comisiones a las agencias. Por otro lado, si veo coherente la reacción de los hoteleros frente a este tipo de viviendas si éstas compiten de forma desleal”.
Otro alto directivo del Sector comparte que “las agencias de viajes siempre han demostrado una gran capacidad de adaptación a los nuevos tiempos y exigencias del consumidor”.
Pero, en la misma línea de la legalización, ha indicado que “primero deben darse las condiciones requeridas de una normativa que regule esta opción”. Aunque Nautalia ahora mismo se ciñe al negocio turístico tradicional, Montoro ha asegurado que además, que “puedo confirmar que no hemos recibido demanda alguna en nuestras agencias de pisos vacacionales. Por ahora, es una tendencia limitada a determinado público: gente muy joven que busca viajes baratos y comparativas de reservas en portales online; y de un modo más reducido, existe a nivel familiar el intercambio de pisos inter-destinos, pero ya no son pisos vacacionales como tal”.
Así, la Asociación de Hoteles de Cancún ya levantó la voz esta semana en contra de quienes alquilan sus casas y departamentos como cuartos hoteleros y no pagan impuesto al hospedaje, que sirve para la promoción del destino.
Fuentes de la AHC aseguran que alrededor del 20% del turismo que llega a Cancún usa este tipo de alojamiento, que ha tomado auge a partir de la comercialización en las agencias de viaje en línea como Expedia, y a partir de este mismo año, como ha informado REPORTUR.mx, la OTA número uno de México, Bestday.com tendrá esta oferta en su página.