Cuba ya vive un ‘boom’ antes del fin del embargo y catapulta a Meliá

El ‘boom’ turístico de Cuba ya es una realidad. No ha hecho falta a esperar a que se levante el embargo de Estados Unidos. El mero anuncio hecho antes de Navidad de la normalización de relaciones diplomáticas ha servido para disparar el interés por la mayor de las Antillas. La constante presencia de Cuba en los medios de comunicación desde entonces ha servido de impagable campaña turística al país. Muchos son los que quieren conocer la isla antes de que el sistema evolucione, y contemplar un paisaje que parece haberse detenido hace 50 años.

Durante el primer trimestre de este año el crecimiento de turistas extranjeros en Cuba fue del 15 por ciento, con un 36 por ciento más de estadounidenses, y se augura para lo que queda de 2015 siga esta senda, de viajeros procedentes de todas partes del mundo. Según cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), Canadá sigue siendo el principal emisor de turistas a Cuba, con alrededor del 50 por ciento de ellos, seguida por Alemania, Reino Unido, Italia y Francia, en ese orden.

Hoteleros españoles aseguraron en Navidad que “Cuba será el destino turístico estrella en el Caribe en los próximos años. Es lógico, que ahora empresas, sean o no hoteleras, estén planificando todo tipo de proyectos turísticos en Cuba ante los cambios inminentes que se avecinan”.

La industria turística cubana, que genera ingresos anuales por encima de 2.500 millones de dólares, logró durante 2014 un récord de poco más de tres millones de turistas. De acuerdo con expertos, la isla puede recibir de 3 a 3,5 millones de turistas estadounidenses cada año, aunque para ello deberá ampliar su infraestructura hotelera, algo que está en los planes del Ministerio de Turismo.

El crecimiento y modernización de la planta hotelera se inscribe entre las estrategias de la isla, que para el año 2020 espera disponer de unas 85.000 habitaciones, en su mayoría de alto estándar. Cuba tiene una capacidad hotelera de 61.200 cuartos con estándares internacionales, de los cuales el 66,5 por ciento corresponde a hoteles de cuatro y cinco estrellas.

Varias aerolíneas estadounidenses, como Delta Air Lines o United Airlines han expresado interés en comenzar a operar vuelos comerciales a la isla tan pronto como se permita legalmente, mientras como reveló el digital turístico multilatino líder, REPORTUR, la low cost JetBlue ya ha anunciado que volará a La Habana desde Nueva York a partir del 3 de julio.

También en los últimos meses otras compañías aéreas han coincidido en añadir vuelos a la conocida como ‘la perla del Caribe». Air France-KLM, por ejemplo, incorporará un vuelo adicional los miércoles con destino a La Habana, para sumar 11 vuelos semanales en el invierno de 2015; Iberia, que desde hace unos días ha retomado su ruta a La Habana con 5 frecuencias semanales, o Air Transat, que su programación para el próximo invierno 2015-2016 incluyó 16 nuevas rutas, entre las que destacan nuevos vuelos a varios destinos de Cuba.

Llamativo es el caso de Interjet, que abrirá un vuelo entre Cancún y La Habana, para antes que finalice el año, de modo que competiría con Cubana, la única en operar este enlace, en un momento en el que, ante el creciente interés en Cuba y su potencial a mediano plazo como destino turístico, el sector hotelero de Cancún vio como una oportunidad la posibilidad de crear un circuito multidestino entre el Caribe mexicano y la isla, tanto que ya se trabaja con la Secretaría de Turismo mexicana en una agenda de integración turística, como reveló REPORTUR.mx.

ATRACCIÓN MUNDIAL. De este ‘boom’ que ya se vive antes del fin del embargo quieren aprovecharse los aliados históricos de la isla en el último medio siglo, como Rusia, que quiere construir en Cuba un aeropuerto de interconexión para todo Latinoamérica, o los chinos, que recientemente firmaron un acuerdo para desarrollar lo que sería su segundo campo de golf de 18 hoyos.

Pero la novedad vendría obviamente desde Estados Unidos, donde por ejemplo Apple Leisure Group, que reserva 2 millones de paquetes vacacionales anuales al Caribe, está desarrollando un plan para Cuba. “Podríamos coordinar rápidamente vuelos fletados a la isla” o comprar un hotel y convertirlo en un centro turístico de la marca Sunscape, dijo su presidente ejecutivo, Alex Zozaya, quien piensa en un mercado para los hoteles de lujo de la compañía, como Secrets y Dreams.

Pero eso sería mucho más adelante. “Cuba no tiene la infraestructura adecuada para satisfacer un mercado me lujo intermedio”, dijo Zozaya, que dirige el mayor grupo turístico estadounidense, matriz de la mayorista Apple Vacations y la hotelera AMResorts.

El presidente de una de las principales cadenas hoteleras españolas en Cuba considera que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y el gobierno cubano abriría las puertas a la llegada de las grandes hoteleras norteamericanas a la isla antillana. Hyatt y Marriott vienen siendo, de entre las grandes cadenas norteamericanas, las que en los últimos tiempos más decididamente intentan hacerse un hueco en el mercado hotelero vacacional del Caribe.

De hecho, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, luego de la reunión que en Panamá mantuvieron los presidentes de Cuba y Estados Unidos, lanzó un guiño al turismo estadounidense, diciendo en inglés que “si los ciudadanos estadounidenses pudieran viajar libremente a Cuba (…) conocerían mejor la situación del país”.

No obstante, son las cadenas españolas las que suponen hoy el grueso de la operación hotelera vacacional extranjera en Cuba, especialmente con Meliá, de Gabriel Escarrer, y Iberostar, de Miguel Fluxá, que suman unos 18 mil cuartos en el país entre ambas cadenas. También otros planean ampliar su presencia en la isla, como Globalia, que analiza incorporar un hotel de mil habitaciones en Varadero, según reveló su presidente Pepe Hidalgo, así como la francesa Warwick, que se acaba de estrenar en Cuba con hoteles en Cayo Santa María y Varadero.

LA LÍDER. Pero es Meliá la hotelera que más está viviendo en sus carnes este auge del interés por Cuba. Este año 2015 se cumplen 25 años de su presencia en el país, donde mantiene un claro liderazgo con sus 27 hoteles y más de 13 mil habitaciones, nada menos que una quinta parte del total.

En su última presentación de los resultados trimestrales, la cadena de los Escarrer resaltó que “el inicio de las conversaciones tendentes a la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos representa el arranque de un esperanzador proceso que, de materializarse, afectará muy positivamente al sector turístico cubano”.

Como dijo Gabriel Escarrer, presidente de la hotelera, en la celebración de este aniversario “Meliá ha estado siempre firmemente comprometida con el desarrollo sostenible del sector turístico cubano, y, ahora más que nunca, debemos seguir impulsando la innovación y competitividad de nuestros productos, así como estrechando nuestros vínculos y desarrollando nuevos polos y proyectos de los que Cuba, a la que siempre hemos reconocido como la Perla del Caribe, pueda sentirse orgullosa”.

La apertura en 1990 del primer hotel de Meliá en Cuba, el Sol Palmeras, fruto de la primera empresa mixta recién constituida, y cuyo acto presidido por Fidel Castro, fue el inicio de una intensa y fructífera relación entre el país y la hotelera, ya que luego y bajo el signo empresarial de las empresas mixtas, le siguieron la construcción de varios hoteles más, tales como el Meliá Varadero, Meliá Las Américas y Meliá La Habana, los cuales sirvieron no sólo de verdadero polo de atracción para un turismo más elitista, sino que a su vez representaron el gran despegue de Cuba en el capítulo del turismo internacional.

“Cuando iniciamos nuestra aventura cubana, y por la que algunos hasta nos calificaron de “locos” o “visionarios”, Cuba se caracterizaba por tener un turismo de masas que concentraba la mayoría de su clientela en el mercado canadiense. Y hoy podemos afirmar, con gran satisfacción, que el turismo en Cuba ha evolucionado de tal forma que abarca ya las dos vertientes, tanto la del turismo social como la del turismo de mayor poder adquisitivo, habiendo dado pasos muy importantes durante estos años, como ha sido tanto la diversificación de su clientela, y para la que les puedo asegurar que se ha hecho un gran esfuerzo para abrir nuevos mercados tanto en Europa como en Latinoamérica, como lo ha sido también el impulso que se ha dado para la creación de hoteles emblemáticos y singulares, en los que se conjugan categoría, calidad, diseño y funcionalidad en un notable acierto técnico y arquitectónico capaz de satisfacer a la clientela más exigente”, dijo Escarrer en la celebración del 20 aniversario de la cadena en el país.

Escarrer se convirtió en uno de los mayores defensores de Cuba en el panorama internacional, llegando a declara hace más de un lustro que «El embargo que padece Cuba es uno de los mayores anacronismos del globalizado siglo XXI”. “Como principal compañía hotelera presente en la Isla, creo que si algún día se llega a escribir la historia del turismo en Cuba, sin duda habrá un antes y un después de la llegada de Meliá”, apuntó entonces.

Ahora, los planes no cesan, y será Cuba donde en septiembre Meliá vaya a abrir un nuevo hotel, que tendrá mil 176 habitaciones y será el hotel más grande del grupo”, según reveló en Fitur Gabriel Escarrer hijo. La arriesgada apuesta de su padre por el país, vulnerando la Ley Helms-Burton, catapulta hoy el futuro de Meliá, y la asientan como la cadena con mayor número de habitaciones de todo el Caribe.

Este jueves, durante  la Junta General de Accionistas de la cadena, Escarrer padre ha vuelto a destacar que “puedo asegurarles que Meliá seguirá firmemente comprometida con este país, que tan merecidamente lleva el nombre de “la perla del caribe”, en la prometedora etapa que ya se vislumbra, y ello redundará sin duda en una aún mayor presencia en Cuba y una mayor contribución a su turismo, así como una mejora de nuestra cuenta de resultados”.