Por supuesto, algunos de los destinos de la aerolínea están ubicados en zonas petroleras, por lo cual sus principales clientes provienen de ese sector. Juan Carlos Ramírez, Presidente de la aerolínea, dijo a Portafolio que el mes de abril tuvo una operación positiva aunque bastante compleja por la situación del país, especialmente en las zonas petroleras. “Hablo de Villa Garzón, Puerto Asís, Arauca definitivamente el impacto de las compañías petroleras afectan necesariamente a las aerolíneas y Satena no está exenta de esta situación”, dijo.
El dólar alto también afecta negativamente la operación de las aerolíneas en el país, pues los gastos de las aerolíneas se pagan en dólares, mientras venden los tiquetes en pesos. “Hablemos de dos cosas: a Satena la golpea durísimo la devaluación del peso porque vende los tiquetes en pesos y paga el leasing de los aviones, los repuestos de todos los aviones, los seguros y el entrenamiento de los pilotos en dólares”, comenta Ramírez.
Y agrega: “Entonces no es lo mismo para una aerolínea pagar 60 millones de dólares, 120.000 millones de pesos a dos mil pesos, que tener que pagar esos mismos 60 millones de dólares en el año 2015, a 2.500 pesos. O sea, aquí ya tenemos un déficit de 30.000 millones de pesos”.
“Algunos dicen ¿cómo compensa Satena y las demás aerolíneas la devaluación del peso? El combustible bajó mundialmente y nosotros deberíamos sentirnos relativamente tranquilos porque el combustible representa entre el 25 y el 30 por ciento de los costos de una compañía, pero resulta que el Ministerio de Hacienda tiene amarrado el precio del combustible al dólar. Entonces no es lo mismo comprar un galón de combustible a dos dólares, a cuatro mil pesos que comprarlo a cinco mil”, finaliza Ramírez.