Carlos Gousselin Maurel, nuevo presidente interino de la Asociación de Hoteles de Cancún (AHC), reconoce que hay distanciamiento con las cadenas españolas, además de otros intentos por dividir aún más el trabajo organizado de los hoteleros, como recogió La Voz.
“Hay distanciamiento con las cadenas españolas, pero yo me comprometo a ir a tocar puertas para volver impulsar la unión entre los hoteleros, porque necesitamos de la participación de las cadenas españolas, lo mismo que de los que quieren dividirse y formar la Asociación de Hoteles de Puerto Morelos, o incluso unir a las asociaciones de Playa del Carmen y Tulum. Imaginen la fuerza que tendríamos si no hubiera una asociación por municipio, sino una sola a nivel estatal”, expuso el nuevo líder hotelero.
Y es que hace apenas tres meses se evidenciaron las fracturas que existen al interior del organismo, pues cinco de las cadenas hoteleras españolas más grandes e importantes se adhirieron como organismo autónomo al Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCE). Pese a que se mantienen dentro de la AHC, integraron un organismo independiente con voz propia.
El hecho pasó desapercibido, pero se hizo evidente que las cadenas españolas buscan un organismo que represente mejor sus intereses, además de que siempre habían intentado independizarse para negociar de manera autónoma sus propios intereses. Entre las cadenas ibéricas que se adhirieron al CCE se encuentran Iberostar, Riu, Oasis, Meliá y Barceló, es decir, aquellas que representan más de la mitad de las habitaciones hoteleras en Cancún y una parte importante de la Riviera Maya.
Tan sólo la cadena Riu suma más de siete mil habitaciones en Cancún y la Riviera Maya; los Barceló suman otras tres mil habitaciones en ambos destinos; la cadena Oasis con cerca de 4mil habitaciones, la mayoría en Cancún, mientras que Meliá agrega otras tres mil habitaciones con hoteles en Cancún, Puerto Morelos y Playa del Carmen. Iberostar, de su lado, suma casi 2 mil cuartos.
Es decir, la representatividad de estas cinco cadenas rivaliza con la representatividad de la Asociación de Hoteles de Cancún, que agrupa 96 hoteles que suman menos de 18 mil habitaciones y que en su mayoría son aquellos de menor categoría.
Si las cosas son como se dice en el conjunto de notas publicadas sobre este asunto, cuando un grupo de asociados, de cualquier asociación, se brinca las trancas y no respeta estatutos, alguien tiene que tomar acción y en este caso, la tomó Oasis.
Se dice que el grupo español «se va» al Consejo Coordinador Empresarial del Caribe, pero en este Consejo milita ya, de tiempo atrás, la Asociación de Hoteles de Cancún — (que harían bien en convertirse en Asociación de Hoteles de Quintana Roo. NO entiendo entonces cómo será posible que el Consejo trate de un modo al grupo español y de otro al grupo nacional puesto que, sus intereses son similares, aunque sí hay discordancia entre los intereses de fondo de los españoles con los del resto de los hoteleros de la región. En especial por las enormes canongías que han recibido de los tres niveles de gobierno, de todos conocidas y negadas en su mayor parte a los hoteleros nacionales, así como por la peculiar manera de manejar sus ingresos por turismo del exterior, manera que no todos los hoteleros nacionales han podido aplicar a sus ventas. Dentro del Consejo coordinador Empresarial del Caribe, los españoles ¿verán a los hoteleros nacionales como colegas? O ¿como enemigos? ¿Podrán convivir en un organismo cúpula dos grupos antagónicos?